La autopsia llevada a cabo al cuerpo de Esther en el Instituto Anatómico Forense de Valladolid es fundamental para esclarecer las causas del fallecimiento de la chica de 35 años de Traspinedo. El caso está bajo secreto de sumario desde que se denunció la desaparición, pero desde El Norte de Castilla, que ha tenido acceso a fuentes cercanas a la investigación, han avanzado los últimos informes sobre el análisis forense.

El primer análisis forense habría hallado signos de violencia interna compatibles con traumatismos

Los primeros análisis practicados a los restos de la chica de 35 años habrían detectado signos de violencia interna que apuntan presuntamente a una muerte violenta, como señala El Norte de Castilla.

Estos pueden ser compatibles con traumatismos que habrían sido descubiertos a través de un TAC (a simple vista el cuerpo no mostraba signos de violencia externa).

Por tanto, habría que esperar al resultado de los análisis toxicológicos y confirmar nuevos datos que arroje la autopsia que se comenzó a practicar el domingo y se alargó hasta el lunes. Victoria Rosell, delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, ya adelantó el pasado fin de semana en sus redes sociales esta información, aunque no se ha desvelado hasta este lunes.

Los signos de muerte violenta no determinan por sí solos las causas del fallecimiento de Esther

Sin embargo, que puedan haberse encontrado signos de una muerte violenta en el cuerpo de Esther no significa que los golpes internos expliquen las causas del fallecimiento.

Los signos de violencia interna detectados no son determinantes para esclarecer qué le ocurrió a la joven de Traspinedo. Por ello, los forenses continúan realizando su trabajo para dilucidar si se trata de una muerte accidental o si fue homicida. Por otro lado, se está analizando la vestimenta que llevaba consigo la joven cuando fue encontrada sin vida en una cuneta cercana a la localidad vallisoletana.

No se descarta que el cuerpo de Esther fuera colocado horas antes en la cuneta

Asimismo, los detalles revelados por El Norte de Castilla no descartan que el cuerpo sin vida hubiera sido depositado en el lugar del hallazgo la noche anterior a su descubrimiento. Tampoco que hubiera permanecido en el mismo emplazamiento desde que se perdió su rastro.

El mencionado enclave, ubicado a medio kilómetro del restaurante 'La Maña', también está siendo inspeccionado detenidamente por los investigadores. Rastreadores de la Guardia Civil han estado más de 30 horas sobre el terreno buscando algún indicio que pueda ser clave para saber qué le ocurrió a Esther cuando desapareció la noche del 12 al 13 de enero.