El juicio contra el joven de 31 años acusado de asesinar a su madre a través de 69 puñaladas y de hacer lo mismo con su padre en San Vicent del Raspeig (Alicante) ha arrancado esta semana. Durante su declaración ante un tribunal de la Audiencia Provincial de Alicante, el acusado ha afirmado estar poseído por un familiar cuando cometió presuntamente los hechos.

El acusado ha asegurado que consumió sustancias ilegales y después 'fue poseído' por su tío abuelo

El joven, en su declaración, se limitó a contestar las preguntas del abogado. Sin embargo, ha asegurado que el día en el que tuvo lugar el suceso salió de casa por la tarde para comprar sustancias ilegales.

Cuando regresó a su domicilio, según su testimonio, se encerró en su habitación para consumir estupefacientes mezclados con vino blanco y cerveza. Tras ello, el acusado ha declarado que empezó a notar que estaba "poseído" por su tío abuelo fallecido que le decía que tenía que matar a sus padres y después quitarse la vida. De hecho, ha afirmado que "escuchó voces" que le daban instrucciones de matar primero a su madre, luego a su padre y después quitarse la vida. Por ello, asegura que no recuerda bien lo que pasó después.

La defensa del joven ha señalado que el acusado padece un trastorno mental y que tuvo un brote

Por otra parte, el joven acusado del crimen de San Vicent del Raspeig ha reconocido que era consumidor de sustancias ilegales desde que tenía 16 años.

Según él, habría pedido ayuda a su madre en varias ocasiones para superar sus adicciones. Ha declarado también que, a pesar de sus problemas con el alcohol y con las drogas, nunca habría pegado a sus padres. Asimismo la defensa ha incidido en que su cliente padece un trastorno de personalidad y que cuando ocurrieron los hechos rozó un brote esquizofrénico.

Además, según el letrado, tendría todas las facultades anuladas a causa de lo que había consumido.

La Fiscalía y la acusación particular afirman que el crimen fue planificado y que tendría un móvil claro

No obstante, tanto la Fiscalía como para la acusación particular han subrayado que presuntamente el acusado acabó con la vida de su madre por medio de 69 puñaladas llevadas a cabo con dos cuchillos de cocina y que posteriormente intentó ocultar el cadáver.

También que intentó acabar con la vida de su padre a quien se encontró en su huida y que este pudo salir a la calle herido para pedir ayuda. Por tanto, los primeros solicitan un total de 40 años de cárcel, mientras que los segundos piden prisión permanente revisable para el joven. Han señalado para ello que el acusado planificó los hechos y que el móvil del suceso responde a cuestiones laborales y de herencia.