El maltrato animal es un delito que e se sigue manifestando en las sociedades modernas a pesar de las sanciones que existen contra ella. Para poder combatirla, es importante que las personas denuncien dichos actos. Ese fue el caso de Ana Alonso, una mujer de 33 años amante de los Animales, que al ver a un perrito que era golpeado por su dueño, no dudo en defender a dicho animal, sin embargo, no esperaba que el dueño arremetiera también contra ella, provocándole múltiples heridas y dejándola inconsciente.
Los hechos ocurrieron el pasado 24 de septiembre en Bouzas, la joven ya fue a los juzgados de Vigo para ratificar su denuncia, acompañada de su madre y con la nariz escayolada y apoyándose en una muleta.
A pesar de que tiene múltiples heridas por la agresión, la mujer se mantiene firme en que se haga justicia.
El agresor la atacó por la espalda
Noa estaba con una amiga tomando un café, cuando fue testigo de cómo un hombre le estaba dando paliza a su perro, por lo que se le acercó para llamarle la atención. El hombre le estaba dando varias patadas y aplastó su columna vertebral contra el piso, porque aparentemente el animal no podía hacer sus necesidades, y al ser regañado por Noa la amenazó con darle un par de bofetadas, por lo que la joven respondió que llamaría a la policía y se fue nuevamente a la cafetería.
Más tarde, cuando llegó a su casa se encontró con el mismo hombre que la empujó e insultó, además de amenazarla nuevamente, esta vez con que mataría a su perra y luego a ella.
Cuando Noa se agachó para recoger a su mascota, el hombre aprovechó que le dio la espalda y la tomó del cabello, le dio contra un coche y le dio un par de patadas, por lo que quedó inconsciente.
Afortunadamente su amiga estaba cerca y gritó buscando ayuda, por lo que varios vecinos se les acercaron para ayudarlas, a los que Noa está agradecida y asegura que si no fuera por ellos el hombre la hubiese matado.
La policía acudió al lugar y localizaron al agresor. Este fue detenido, pero ya está en libertad mientras es investigado por un delito de lesiones y se le han impuesto una orden de alejamiento.
A pesar de sus heridas, asegura que lo volvería a hacer
Debido a sus heridas, Noa tuvo que ser hospitalizada, tiene una costilla rota, la mandíbula desviada y una fractura en el pómulo.
Además, tuvieron que operarle la nariz porque tenía el tabique de la nariz roto por cuatro sitios. Asegura que no logra sacarse la imagen de aquel hombre hiriéndola de esa forma.
A pesar de todo, Noa sostiene que volvería hacer lo mismo por aquel perrito, ya que es defensora de los animales y no se puede ser indiferente ante esas situaciones, pero ha admitido tener miedo por ella, su madre y su mascota. Desea que se haga justicia, que le quiten al agresor su mascota y que le prohíban tener a otro animal.