Un hombre condenado por cuatro delitos de maltrato continuado hacia su ex pareja podrá retomar el contacto con los menores tras no prosperar la orden de alejamiento. Así lo ha decretado la Audiencia Provincial de Huesca en la que, después de ser condenado a siete años de prisión, tener una orden de alejamiento de cuatro años y retirarle la patria potestad, podrá volver a reunirse con sus hijos que en el momento de la sentencia tenían 10,14 y 16 años de edad respectivamente. Algo que Paloma, víctima de este hombre, no comprende y lo considera "un despropósito".
La orden de alejamiento finalmente ha sido revocada por la Audiencia Provincial de Huesca
A pesar de la condena recibida y de ser confirmada tanto por la Audiencia Provincial de Huesca como por el Tribunal Supremo, el padre nunca pisó la cárcel. Por el contrario, se conmutó la pena a 510 días de trabajos comunitarios. Según Paloma, estos trabajos jamás fueron realizados, pero ahora la preocupación de esta recae en que las medidas de alejamiento y la prohibición de visitas han sido anuladas.
A pesar de que tanto la ex pareja como sus hijos tenían activada la orden de alejamiento, se obligó a los propios menores a ser sometidos a una terapia de revinculación durante un año para que se mejoraran las relaciones de los hijos con su padre.
Esta terapia fue desestimada porque se constató que no llegarían a buen puerto por parte del hombre y además coincidía con horario escolar.
Los niños huían de pánico cuando tenían que ver a su padre, afirma la madre de los menores
Según cuenta Paloma, entre 2018 y 2019 los menores tenían que ir a ver a su padre a un punto de encuentro concertado.
Sin embargo, ni la propia madre ni las autoridades policiales consiguieron que durante estos dos años los Niños se acercasen al padre.
El motivo, según la progenitora, se debía al pánico que despertaba el padre en ellos, ya que habrían sufrido malos tratos también. Pero según, asegura la madre, los informes señalan que ella condicionaba a los niños e impedía la revinculación con el padre.
Uno de los hijos podrá decidir si ve a su padre, algo que no ocurre con los otros dos menores
Hay que tener en cuenta que uno de los menores ya roza los 18 años, por lo que será libre de escoger si ve a su padre o no. Algo que no ocurre con los otros dos. Paloma asegura que sus hijos no entienden por qué la justicia les obliga a ver "a su padre maltratador" justo ahora que es cuando han empezado a salir adelante.
"Es enterrarlos en vida", afirma. Por este motivo, ha comenzado una campaña de firmas (ya cuentan con 3.000) para que sus hijos no se vean obligados a ver al padre y convivir con él tras la sentencia de la Audiencia de Huesca.