Desde que el buque Ángeles Alvariño cesara la búsqueda de Tomás Gimeno y de la pequeña Anna, no se ha retomado el rastreo del fondo marino, a pesar de que se barajó la idea de que empresas privadas tomaran el relevo. Sin embargo, aunque todo apunta a que el asesino de las niñas de Tenerife se quitó la vida, lo cierto es que continúa en paradero desconocido. Pero en las últimas horas se ha conocido el punto de vista de Luis Avial, uno de los grandes expertos en georradar de nuestro país.
Avial considera 'un milagro' que se haya podido recuperar el cuerpo de Olivia por las dificultades
Luis Avial afirma que es imposible hallar el cuerpo de Tomás Gimeno en el fondo del océano y que "no se puede hacer nada" a este respecto. De hecho, el experto de georradar describe como "un milagro" que se haya podido encontrar uno de los cadáveres, en este caso el de Olivia, la mayor de las niñas de Tenerife. Afirma que la "pena es que Anna se saliera de la bolsa en la que fue lastrada". No obstante, es de la opinión en que debe cerrarse el terrible suceso porque, según Avial, no tiene ningún sentido continuar con la búsqueda.
Los costes de reanudar el rastreo con una empresa privada superaría los 20.000 euros diarios, afirma
Para esta afirmación, Luis Avial se basa, entre muchos motivos, en el coste. Asegura que se podría contratar a una empresa privada, como por ejemplo las dedicadas a buscar tesoros, pero los servicios de estas ascenderían aproximadamente a 20.000 euros diarios.
Además Avial señala las dificultades de rastrear el fondo marino, en el que sería más fácil encontrar una bolsa o un ancla que un cuerpo humano, que puede ser confundido con algún animal acuático de gran tamaño.
Luis Avial opina que el buque Ángeles Alvariño pasó '200 veces' sobre el cuerpo de Tomás Gimeno
Sin embargo, las declaraciones que más han impactado de Luis Avial es en las que afirma que el buque Ángeles Alvariño "habría pasado 200 veces" por encima del cuerpo de Tomás Gimeno al rastrearse toda la zona.
Pero al "estar a dos aguas", el experto concluye que hubiera sido imposible detectar, pues cualquier señal podría ser fácilmente mal interpretada.
Aun así tiene sus dudas de que los restos del asesino de las niñas de Tenerife hubiera llegado hasta el fondo del océano porque, en su opinión, hay que tener presentes los gases provocados por la descomposición del cadáver. Estos gases provocan que los restos pudieran elevarse y, por tanto, trasladarse del lugar en el que se hubiera lastrado. Por tanto, la tarea de recuperar los restos que faltan para cerrar el caso, en palabras de Avial, es totalmente inasumible después de que se cesara la búsqueda hace casi un mes.