En el mundo hay de todo: así como suceden hechos inverosímiles de tragedias o dramas, también ocurren Historias singulares que, por su absurdo, resultan cómicas y provocan preguntar en qué pensaban los protagonistas. Este es el caso de un robo que se llevó a cabo en México, donde, al fin y al cabo, sus ejecutores no realizaron bien la tarea que se habían trazado.

Muy seguros de haber logrado su cometido y de haberse llevado un buen botín, los atracadores cayeron en la cuenta de que habían fallado estrepitosamente: robaron miles de euros en calzado, pero todas las zapatillas eran del pie izquierdo.

No les salió de acuerdo al plan y terminaron perjudicados

Se produjo un atraco a una zapatería en la colonia de San José Insurgentes, en Ciudad de México. Los atracadores se habían hecho con un plan infalible y lo ejecutaron según lo habían acordado: asaltaron la tienda de noche, ataron al encargado de la zapatería y a un empleado; a continuación, metieron la mercancía en unas bolsas negras y listo, habían completado su cometido y se llevaban consigo cerca de 85.000 euros en zapatillas de las marcas Adidas y Nike, además de tres móviles.

Pero cometieron un gran fallo. Después de que los encargados avisaran del robo a la policía, los mismos declararon que, si bien se habían llevado 40 pares de calzado, la demás mercancía hurtada había sido nada más ni nada menos que 160 zapatillas del pie izquierdo, un grave error que les saldría caro a los ladrones, ya que no podrían vender calzado de un solo pie.

Se llevaron con la sorpresa de que la tienda era un comercio electrónico

Como señalaron los encargados de la zapatería, los productos estaban colocados en los mostradores para ser exhibidos, no para la venta; por ello, solo tenían calzados impares en la tienda. Según las declaraciones de los empleados, la zapatería operaba principalmente como un comercio electrónico debido al aislamiento social motivado por la pandemia, por lo que la mayor parte de la mercancía no estaba en exhibición, sino en el almacén de la empresa. Gran sorpresa que se deben haber llevado los ladrones.

De esta manera, un plan que creyeron ingenioso e infalible, les salió rotundamente mal. Al no haber investigado correctamente el blanco de su asalto y cómo operaba la empresa, ahora seguro que se estarán lamentando por no haber sido más audaces a la hora de armar un plan más estructurado.

Con el terrible final de este asalto, ahora muchos se preguntan qué es lo que decidirán hacer los ladrones con 160 zapatillas de marca del pie izquierdo. Tal y como resultó, esta torpe fechoría sí que terminó por ser un suceso de lo más cómico por su increíble absurdo.