Una mujer de 43 años, vecina de la localidad de Murchante y originaria de Vitoria, ha sido apuñalada mortalmente en presencia de sus hijos menores, por su ex cuñado recién salido de la cárcel.
El criminal embistió el automóvil de la víctima por detrás
María Pilar Berrio se desplazaba en su coche fuera del pueblo con sus hijos de 5 y 9 años cuando presuntamente, su ex cuñado Pedro María R. J., a bordo de un Seat León negro, la embistió por detrás obligándola a salirse de la carretera, situándose en el arcén cerca del campo de fútbol de la localidad.
Eran las 10.24 horas.
En ese momento, el presunto asesino se abalanzó sobre ella apuñalándola hasta matarla y delante de los hijos menores que se encontraban en el interior del vehículo. El criminal se dio a la fuga.
El ex cuñado de la fallecida fue pareja de una de sus hermanas, tiene numerosos antecedentes penales y solo hacía un mes y medio que había salido en libertad condicional. Se especula conque haya podido huir a Guipúzcoa donde cuenta con varios familiares en municipios como Legazpi y Zumarraga, los cuales le estarían dando cobijo.
Desplazados hasta el lugar de los hechos los equipos médicos, solo pudieron certificar la muerte de María Pilar y atender a los pequeños en evidente estado de ansiedad y miedo.
La policía desplegó controles de carretera tratando de cercar al asesino, aunque sin éxito.
Los vecinos aseguran que la víctima era una mujer callada y muy educada y que el asesino llevaba como un mes en la localidad de Murchante, habiéndolo acogido ella al salir de la cárcel por no tener donde ir. A las 20.00 horas de ayer 7 de julio, los vecinos de maría Pilar organizaron una concentración de repulsa y condena por tan execrable crimen, calificado por la Policia Foral como ‘violencia en el ámbito familiar’.
En el año 2000 el sospechoso fue juzgado y absuelto de otro asesinato
En 1997, cuando el presunto asesino de María Pilar contaba solo con 17 años, fue detenido por el atraco a una gasolinera de Ikaztegieta (Guipúzcoa) de donde es originario Pedro María y acusado junto a otro hombre y a una mujer del asesinato de la empleada de dicho establecimiento, Izaskun Larrauri, asesinada de un disparo de escopeta en la cabeza.
En el 2000 tuvo lugar la vista oral del juicio con jurado popular que incluían testimonios que acusaban a los encausados como responsables del crimen, pero hubo lagunas en la investigación y no se encontraron las huellas dactilares del procesado en el lugar del crimen, por lo que fue absuelto.
A partir de ese momento su carrera delictiva ha sido constante. Se ignoran por el momento los motivos que han podido llevarle a asesinar a la mujer que lo había acogido en su casa al salir de prisión, con el agravante de la presencia de los menores que necesitarán mucha ayuda psicológica para poder seguir adelante. Se espera su detención en las próximas horas, ya que se cierra el cerco sobre su paradero.