Un hombre ha sido noticia por atrincherarse en un piso mientras tenía el gas abierto y lanzaba amenazas y múltiples objetos a sus vecinos. Ha sido el cuerpo de Policía Local de Málaga el encargado de detener a este hombre de 48 años de edad y natural de Málaga. Se le acusa de delitos de desorden público, amenazas y desobediencia a agentes entre otros.

Detención y desarrollo de los hechos

Este suceso tuvo lugar el 27 de mayo en la calle Juan de la Encina. Se recibieron varias llamadas al 092 correspondiente a la Policía Local de Málaga y todas informaban de que un individuo que parecía conflictivo y problemático estaba lanzando objetos a través de las ventanas de su hogar.

La vivienda está ubicada en un tercer piso y los objetos caían al patio interior y a la vía pública. Además, amenazaba a los vecinos.

Ante los hechos, tres unidades del cuerpo policial se acercaron y observaron los objetos que había lanzado. Entre ellos había macetas, cuadros, latas de cerveza y otros objetos de gran tamaño. La Policía Local tuvo que cerrar el tráfico para evitar lesiones entre los que paseaban por la zona.

El hombre confesó al cuerpo policial que desde que era beneficiario del ingreso mínimo vital se lo gastaba todo en drogas y alcohol.

Un hombre reincidente

Una pareja de policías identificó al agresor y entrevistaba a las víctimas de las amenazas mientras cuatro agentes subieron al inmueble en el que se encontraba el hombre natural de Málaga.

Una vez en la puerta del domicilio llamaron insistentemente pero, sin respuesta. Finalmente, el hombre manifestó que no iba a abrir la puerta de su domicilio ni iba a hablar más. Además, les invitó a irse allí ya que según él, "eran lo peor". Según se ha conocido, este tipo de situaciones son repetidas y comenzaron cuando la madre ingresó en prisión.

Gas de la bombona

Como consecuencia de estos hechos y tras que los vecinos hicieran hincapié en la peligrosidad de este hombre, se solicitó la presencia del Grupo Operativo de Apoyo, conocido con las siglas (GOA). Cabe destacar que este grupo cuenta con un entrenamiento especial que les hace ser esenciales e imprescindibles en este tipo de conflictos violentos.

También había un agente de la Unidad Canina.

Ante sorpresa de todos los allí presentes, el individuo no quiso facilitar las cosas y no participó en ningún momento con la policíapara que la situación cesase cuanto antes. Finalmente, y tras ser detenido, fue trasladado a las dependencias policiales. Una vez allí fue puesto a disposición judicial. Mientras, varios agentes se quedaron custodiando la vivienda del detenido hasta que llegó el padre del mismo y se quedó a cargo de ella.