Una vecina se sorprendió cuando la mañana de ese lunes llegó al cementerio de la parroquia Castiñeira, en Ribeira y presenció una dantesca imagen. La mujer observó que, al menos, siete tumbas habían sido profanadas, muy probablemente durante la madrugada.
Al menos, más de media docena de nichos fueron encontrados abiertos y se podrían apreciar los ataúdes tirados en el suelo. Las autoridades policiales arribaron al lugar y afirmaron que quitaron las tapas y los abrieron con el objetivo de llevarse los restos mortales que allí se encontraban.
La vecina que llegó al camposanto informó inmediatamente a las autoridades locales.
Los agentes policiales acudieron rápidamente al cementerio para comenzar los trabajos de investigación y acordonaron todo el espacio. Tras el hallazgo, algunas de las personas que iban a visitar las sepulturas de sus allegados no pudieron entrar durante la mañana. Mientras, los vecinos permanecieron consternados por lo sucedido con los restos de sus seres queridos fallecidos. Funcionarios de la policía nacional y local están encargados de realizar las investigaciones preliminares de este hecho.
Presumen que los delincuentes buscaban objetos de valor en las tumbas
Aunque no ha sido confirmado oficialmente, existen serias sospechas de que una de las tumbas que fue profanada pertenece a una persona que fue falleció y fue enterrada hace pocos días y que, posiblemente, fue sepultada con algún objeto de valor.
Un grupo de familiares de los fallecidos que están enterrados en este camposanto se reunieron en las inmediaciones del cementerio, con la finalidad de recibir alguna noticia sobre este hecho. En la multitud había mucho revuelo y también mucho malestar.
Pasadas las 13:30 horas, la policía local permitió la entrada de varios grupos de personas.
A las 14:30 horas, había una fuerte aglomeración de gente desconcertada que quería averiguar si las profanaciones afectaban las tumbas de sus allegados. Por este motivo, las fuerzas de seguridad comenzaron a anunciar los nombres de los fallecidos afectados, para lograr dispersar a la multitud que se concentraba en las puertas de camposanto.
"Te revuelve sentimientos y te los pone a flor de piel", decía una vecina.
La gente que se encontraba a las afueras del cementerio ribeirense no daban crédito a lo sucedido ni que el cementerio de la ciudad pudiera ser vandalizado de esta manera, incluyendo destrozos y profanación de las tumbas de sus seres queridos. "No son imágenes gratas de ver", comentaban azorados.
Los delincuentes destrozaron puertas en el cementerio de Castiñeiras
Por otra parte, los atacantes, además de las sepulturas, rompieron puertas y la oficina administrativa encargada de la venta de los nichos. Algunos familiares de los fallecidos explicaron que estos no fueron enterrados con objetos de valor. Por ahora, los agentes de la policía nacional y local comenzaron las investigaciones para dar con los responsables de este macabro hecho, que afecta a la comunidad de Ribeira.