Durante las protestas en Barcelona por la libertad del rapero Pablo Hasél, una joven fue herida en su ojo que terminó en un daño irreparable a su globo ocular y el colectivo Irídia, un centro de derechos humanos, ha denunciado que ocurrió por un proyectil de foam que aparentemente fue disparado por los agentes de la Brigada Mòbil (Brimo) de los Mossos d'Esquadra en la Vía Augusta de Barcelona.

La joven fue atendida rápidamente por un equipo de emergencias médicas tras el incidente, y si bien al inicio parecía que la herida indicaba que no sería tan grave, después de un examen más exhaustivo se supo de su gravedad, por lo que el Departamento de Salud de la Generalitat confirmó que la Mujer perdió el ojo.

A pesar de haber sido operada en el Hospital Clínic de Barcelona, tendrá que someterse a otra operación este jueves y si bien su estado es grave, su vida no corre peligro y será un forense el que determine qué ocasionó la herida.

El colectivo Irídia ha solicitado nuevamente que se retiren los proyectiles de las lanzadoras GL-06, que fueron diseñadas para que no reboten después del primer impacto y evitar posibles daños a terceras personas, ya que son más precisos para atacar a agresores concretos, pero la policía tiende a usarlos para dispersar multitudes. Anteriormente empleaban pelotas de goma, pero se prohibió tras el caso de Ester Quintana, que también perdió un ojo.

Los hechos están bajo investigación

El colectivo Irídia ha pedido por redes sociales que lo ayuden a recabar evidencia de que el daño provocado a la joven fue resultado de un impacto de un proyectil de foam por parte de los agentes antidisturbios de los Mossos d’ Esquadra. El abogado y codirector de Irídia, Andrés García, explicó que tenían testimonios e imágenes que confirmaban su versión, además de que la herida coincide con esta clase de proyectiles, pero será el juez y un forense quienes analizaran las pruebas.

Añadió que se tratan de armas de alta precisión, que no rebotan y que su trayectoria es mucho más controlable por lo que el disparo no debería llegar a la cabeza o al rostro. García añadió que debe hacerse pública la instrucción de estas armas pues si se usan correctamente no causan esta clase de daños y debe haber más transferencia para evitar estos actos.

Protestas que terminaron en disturbios

La joven era parte de los muchos que se manifestaban contra el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél, por los delitos de enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona. La manifestación terminó en disturbios con varios contenedores incendiados, oficinas bancarias, tiendas de ropa saqueadas y el cordón policial de los Mossos que protegía la comisaría de la Policía Nacional fue rota y se arrojaron piedras, botellas y petardos a los agentes de policía; sin embargo, la joven habría sido herida al inicio de la protesta.