La Guardia Civil de Arucas, Gran Canaria, finalmente detuvo a la autora por el delito de ''apropiación indebida'' de una suma de dinero. La presunta autora no es más que una señora de unos 65 años que habría visto el dinero en efectivo un cajero automático y decidió tomarlo. El dinero en cuestión se encontraba en la zona de extracción del cajero y, según denunció el usuario perjudicado, cuya identidad no ha sido revelada, fue olvidado en el lugar y tras lo cual notificó a la entidad la falta.
La Mujer fue arrestada el pasado lunes 1 de febrero en el municipio de Arucas, según un comunicado del mismo instituto y luego de meses de investigaciones.
No es común ver que adultos de esa edad cometan hurtos, son ellos los que por lo general son más vulnerables a ser víctimas de algún acto delictivo, sin embargo en esta oportunidad la señora aprovechó el momento y tomó el dinero.
La Benemérita realizó las actuaciones y puso a la autora del hecho a cargo de las actuaciones del juzgado de guardias de Aruca, acusada bajo la figura de ''apropiación indebida'' del monto que alcanza los 1.000 euros.
Los hechos estaban siendo investigados desde mayo del año pasado
La investigación inició el 11 de mayo del 2020 cuando la víctima denunció que cuando estaba retirando sus 1.000 euros del cajero se descuidó y los dejo olvidados en la máquina expendedora, por lo que la Guardia Civil con la colaboración de la entidad bancaria para la comprobación de los hechos inició las pesquisas policiales.
Una vez que las autoridades pudieron comprobar todos los hechos y que la detenida al acceder el cajero se apropió del dinero, la Guardia Civil formalizó su detención quedando todas las actuaciones realizadas ahora a disposición judicial del juzgado de guardia del municipio.
Delito de apropiación indebida
El delito de apropiación indebida aparece en el artículo 252 del Código Penal (CP) se lleva a cabo cuando un individuo recibe un dinero u otro bien con la obligación de devolverlo pero que lo termina incorporando a su patrimonio o lo destina de una forma diferente a lo que le correspondía originalmente.
Este delito no se cataloga como estafa y tiene autonomía propia.
En este caso la señora tomo un dinero que no le fue entregado, no le pertenecía y decidió quedárselo en vez de notificar al banco para entregárselo a su legitimo dueño. Este cargo se castiga con una pena que va desde los 6 meses hasta los 3 años de prisión; esto puede variar dependiendo del daño que se produjo a la víctima y las circunstancias en la que se dio dicha apropiación. Hasta ahora se desconoce la pena que tendrá la detenida, por lo que habrá que esperar para saber cómo terminará el caso.