Según la información facilitada por fuentes policiales a los medios de comunicación, un hombre disparó a un camarero en un establecimiento de un barrio de los alrededores de París el pasado viernes, sobre las nueve de la noche. Según la versión facilitada por los testigos, el hombre tuvo un ataque de ira porque, según él, el camarero estaba tardando mucho tiempo en prepararle un simple sándwich.
Algunos vecinos de Noisy-le-Grand no se han sorprendido por la noticia, ya que en algunas zonas de París se está viviendo un alto nivel de delincuencia. Además, el barrio es el principal escenario de venta de droga de la ciudad y no es difícil ver gente en estado de embriaguez haciendo de las suyas por la vía pública.
El camarero asesinado solo tenía 28 años de edad y no se pudo hacer nada por salvar su vida
El disparo solo alcanzó en un hombro al camarero, un joven de 28 años de edad, pero ni la rapidez de sus compañeros a la hora de intervenir y llamar a la Policía, ni la de los servicios sanitarios para llegar a la zona, pudieron hacer nada por el joven, que acabó falleciendo en la propia pizzeria.
La susodicha localidad, Noisy-le-Grand, se encuentra a las afueras de la ciudad de París, y pasó de ser una zona agrícola a ser una especie de ciudad dormitorio, a donde se han ido a vivir muchos ciudadanos que se quieren alejar del estrés de la capital de Francia. Actualmente tiene 62.000 habitantes censados y es la primera vez que pasa algo así.
Los vecinos se empezaron a acercar hasta el lugar de los hechos y no se podían creer "que una persona hubiera matado a otra por un simple sándwich". Además, aseguran que el establecimiento es un restaurante muy tranquilo, donde no suelen crearse problemas. Había abierto las puertas hace solo unos meses.
La Policía sigue buscando al presunto criminal
El agresor huyó y la Policía sigue adelante con la investigación por este asesinato realmente absurdo.
El presunto culpable sigue en busca y captura.
La realidad es que en toda Francia se está viviendo un aumento de la delincuencia de una manera espectacular. Y esto preocupa mucho a los franceses que, sin dudarlo, han culpado de ello a las políticas llevadas a cabo por el presidente Macron, al que acusan de no hacer nada para evitarlo. París se ha convertido en una de las ciudades donde se llevan a cabo más hurtos, principalmente a turistas. Desde hace unos años se ha notado un aumento del número de menores de edad que forman parte de bandas o, incluso, que se prostituyen.
Las zonas de origen de este nuevo tipo de delincuentes están en los suburbios de París y de otras ciudades importantes del país. A pesar de ello, Francia sigue siendo un territorio bastante seguro y son minoritarios este tipo de episodios, por lo que no hay que alarmar a la ciudadanía.