Cuando Pedro Sánchez llegó al poder el pasado mes de junio aupado por Podemos, muchos vaticinaron la desaparición de la misa en Televisión Española. Pero nada mas lejos de la realidad, pues los creyentes pueden seguir viendo la eucaristía de los domingos cada semana en La 2. Pero en la cadena TRECE, vinculada a la Conferencia Episcopal, la retransmisión del principal rito católico se produce a diario.

El pasado jueves, los creyentes que sintonizaban con la hermana televisiva de COPE asistieron atónitos a un momento que puede ser calificado cuanto menos de esperpéntico. En un momento dado de la misa, que se ofrecía en pleno directo desde la Basílica de la Concepción de Madrid, informa el portal Vertele, un individuo irrumpió en el altar mayor y se hizo con el micrófono desde el que el sacerdote se estaba dirigiendo a la feligresía.

'Hola, soy Luis Enrique y soy la reencarnación'

"Soy Luis Enrique", exclamó el hombre, para a continuación asegurar que era la "reencarnación" de alguien o de algo que, debido a la mala calidad del sonido, no se logra adivinar en el vídeo que circula por las redes sociales.

Mientras el cura estaba realizando las peticiones, el sujeto, que al parecer tiene sus facultades mentales mermadas, según cuenta el digital EsDiario, se colocó al lado del atril y se adueñó del micro para hablar al resto de asistentes, tal y como pudo comprobar la audiencia de TRECE.

"Hola, soy Luis Enrique", aseveró el individuo que, o se llama igual que el entrenador de la Selección Española de Fútbol o se cree el mismo seleccionador del combinado nacional. "Soy la reencarnación de... de los...", continuó desde el púlpito antes de que el padre Jesús Luis Sacristán, encargado de oficiar la eucaristía, reaccionara con rapidez y apagara el sonido de la iglesia. "No, no, no", fue lo único que el cura acertó a decir.

A continuación, abandonó el altar y ordenó que empezara a sonar el órgano de la basílica.

Durante unos segundos más, el misterioso hombre siguió hablando, aunque con el micrófono cerrado es imposible descifrar el mensaje que quería trasladar a los devotos presentes -que lo miraban con estupor- y, de paso, a los espectadores que seguían la misa desde casa.

Siguiendo los pasos de Jimmy Jump

Finalmente, el sujeto bajó por su propio pie del altar y se marchó con música de fondo. En un principio, parecía que el hombre iba a ser el encargado de leer alguna oración, tal y como había hecho una mujer que había accedido al atril antes que él. Pero en cuanto tuvo la oportunidad de coger el micro, dejó a todos confusos.

Su caso, aunque menos pomposo, recuerda al Jimmy Jump, un espontáneo famoso especialmente por su irrupción durante la actuación de España en el Festival de la Canción de Eurovisión del año 2010 celebrado en Oslo (Noruega) y en la Gala de los Goya de 2011.