Después de 8 años, la justicia argentina sentenció a 22 años de prisión a Daniel Lagostena, de 58 años, acusado del homicidio de Erica Soriano, una joven de 30 años que era su pareja, y que desapareció en el 2010. Aunque Lagostena ya había sido declarado culpable el pasado 11 de julio, el Tribunal aún no había definido el tiempo de condena.

La desaparición de Erica Soriano

Según las investigaciónes, el 20 de agosto de 2010, Erica Soriano y Daniel Lagostena, su pareja desde hacía aproximadamente 9 meses, acudieron a visitar a un ginecólogo en Capital Federal, ya que la joven contaba con un embarazo de 2 meses.

De allí se dirigieron a su residencia habitual, y en el camino, al parecer tuvieron una discusión. Al día siguiente, los familiares de Erica intentaron ponerse en contacto con ella, sin lograrlo, mientras que Lagostena, les dijo que, al llegar a casa, luego de la discusión, la joven se había ido para una casa en Villa Adelina, con sus pertenencias, salvo el celular, y el ácido fólico que estaba tomando.

Sin embargo, los familiares dudaron de Lagostena, por la mala relación que sabían tenía con la joven, por lo que lo denunciaron ante la policía. Fue así cómo la policía fue con los familiares de Erica a la casa donde vivía con Lagostena, y encontraron la ropa que el mismo dijo que llevaba puesta la chica cuando se fue, junto con en el ácido fólico y todas sus pertenencias, excepto el celular.

Nunca más se supo de la joven

Las investigaciones y la condena de Lagostena

Posterior a ello, se iniciaron las averiguaciones del caso, donde declararon alrededor de 70 testigos. Inicialmente, se investigaron unas llamadas telefónicas hechas desde el domicilio de la pareja, antes de que esta llegara a una pizzería. Posteriormente Erica habló con una amiga, a quien le contó lo de la discusión con Lagostena camino a su casa.

También se encontraron mensajes de Lagostena, cerca de la medianoche, con Brian Poublán, un sobrino, con quien usualmente no mantenía relaciones, así como otras llamadas ya casi a las 5 de la mañana.

Otros datos, son el hecho de que encontraron la chimenea aún caliente, cuando había 24º de temperatura, así como restos de ropa quemada, que se presume era de Erica.

De igual modo, encontraron una mancha de sangre debajo de una mesa, que solo pudo conocerse era de mujer, pues había sido lavada.

Todos estos hechos, aunado a que, varios de los testigos afirmaron que Erica era continuamente perseguida y amenazada por su pareja, y que era además víctima de la violencia de género, concluyeron con la sentencia del acusado, imputado por "homicidio en concurso ideal con aborto en contexto de Violencia de género", y condenado a 22 años de cárcel. Aunque el cuerpo de la chica nunca apareció, se presume fue quemado, dado que Lagostena tiene familiares que están relacionados con un crematorio funerario.