Nuria, una Mujer de la tercera edad, estaba tomando el metro en Barcelona. Entre el apuro de las personas para conseguir entrar a los vagones, ella solo logró meter su mano pocos segundos después el tren arrancó. Su mano quedó atascada entre la puerta, mientras el tren seguía corriendo. Sin saber que más hacer con su mano atrapada, momentos más tarde ella cae al piso y es arrollada por el metro.
Los funcionarios del metro de Barcelona no sabían del problema de diseño
El funcionamiento de las puertas permite que el tren siga su movimiento a pesar de tener hasta dos centímetros de apertura.
Lo que preocupa no es solo que la mano de esta mujer mide más que dos centímetros, sino que los operadores del metro no tenían idea siquiera de que los trenes podían avanzar con las puertas sin cerrar completamente.
La investigación determinó esto mucho después con el incidente de Nuria, pero ella ya había sido afectada por este error de la maquinaria. Ese día el conductor del tren solo vio que el sistema había cerrado todas sus puertas y la mujer de 63 años fue salvada por un pasajero que activo una parada de emergencia.
Tres años de lucha y a penas consigue que inicien la investigación
Desde 2015, lo único que se pide en los juzgados es investigar si fue un error del metro de Barcelona lo que causó la invalidez de Nuria, quien relata que su vida ahora es bastante complicada y le cuesta llevar a cabo actividades comunes con su andadera.
Es sorprendente que a lo largo de este tiempo nadie haya prestado atención a una demanda como esta y hasta hoy empiecen a indagar sobre lo que sucedió. Sería incluso comprensible si hasta ahora se hubieran logrado un acuerdo de indemnización, pero ni siquiera han llegado a reconocer lo que pasó.
Junto a ella se unen varios casos de arrollamiento en el metro de Valencia y Madrid, con casos tan graves que inclusive han tenido que rescatar a otra mujer afectada en 2011.
Ella seguía consciente cuando la rescataron, tenía un brazo fracturado, pero sus heridas fueron lo suficientemente graves como para amputarle ambas piernas.Han habido casos igualmente de gente que ha sido empujada a las vías, suicidios y otros tantos más que se suman a la lista de fallecidos por ser atropellados en el metro.
Esperamos que se logre llegar a un buen acuerdo para esta señora de 63 años, que espera una respuesta ante lo sucedido hace ya varios años y que el metro de Barcelona trabaje en mejoras para sus trenes. Puesto que, aun sin el incidente de Nuria, debe ser bastante incomodo viajar en el subterráneo con las puertas medio abiertas, luego de enterarnos de todas estas tragedias y sustos.