El 16 de febrero de 2018 en la Audiencia Provincial de Madrid, la anciana de 85 años ha sido puesta en libertad vigilada después de que se llegara a un acuerdo entre la defensa y la fiscalía.
La anciana, llegó a la Audiencia Provincial de Madrid la mañana del 16 de febrero para que se realizara una sentencia sobre el delito cometido. Se le concedió la libertad vigilada tras haberle aplicado la fiscalía la eximente completa de alteración psiquiátrica, a cambio de que la acusada asista periódicamente al centro médico a realizarse tratamientos psicológicos para evitar que pueda ocurrir un nuevo suceso, librándose así de la petición de condena inicial en la que se pedían seis años de prisión y otros seis años ingresada en un centro psiquiátrico.
Parte del juicio se realizó a puerta cerrada con una duración de unos diez minutos, en el que se llegó a dicho acuerdo. Se le aplicó a la acusada el artículo 20 del Código Penal que la exime de responsabilidad penal alegando motivos psicológicos debido a su avanzada edad en la que sus facultades mentales están gravemente afectadas.
El delito juzgado se realizó el 26 de noviembre de 2015 en el que la anciana mató a su hijo discapacitado de 64 años en Torres de Alameda. La mujer acusada tomó la decisión de acabar con la vida de su hijo con el fin de evitar que sus otros hijos se hicieran cargo de este cuando ella falleciese, lo que consideraba casi inmediato debido al creciente empeoramiento de salud.
Utilizó 16 tipos medicamentos diferentes
María Luisa utilizó 16 medicamentos diferentes, entre los que se encontraba Trazodona Deprax, Urbason e Ibuprofeno. Estos los machacó y trituró con una batidora y los depositó en dos vasos de cristal. Tenía intención de acabar con la vida de su hijo y con la suya.
Uno de los vasos, se lo dio a beber a su hijo, el cual desconocía por completo el contenido del mismo y lo bebió sin recelar nada.
Y el segundo vaso, se lo bebió la acusada, María Luisa Martínez Barranco. Ambos después ingerir tal cantidad de medicación, se quedaron inconscientes en sus respectivas camas.
Fue la hija de la acusada la que los encontró tumbados en las camas de los dormitorios de su vivienda. Automáticamente fueron trasladados al Hospital Principe de Asturias en Alcalá de Henares. El hijo falleció a la mañana siguiente después de que se le produjera una hemorragia cerebral causada por la intoxicación de medicamentos, pero María Luisa M. B. logró salir adelante.