El conocido astrofotógrafo Roberto Antezana, miembro del Departamento de Astronomía de la Universidad de Chile, compartió en sus redes sociales un espectacular fenómeno atmosférico que pudo fotografiar durante una excursión a las afueras de la urbe de Santiago de Chile.

Según nos relata, fue durante el amanecer de este martes 23 de agosto que, mientras realizaba una caminata rutinaria hacia el Cerro Manquehuito, ubicada a unos cuantos kilómetros al nororiente de la capital chilena, tuvo la fortuna de toparse con un inusual evento al que calificó como un "regalo de la naturaleza".

Ya en la cima de la pequeña montaña se detuvo para apreciar la salida del astro rey y es aquí cuando alcanzó a observar el aura de color sobre las nubes que cubrían la ciudad aquel día. El experimentado artista no dudó en empezar a tomar las llamativas fotografías que luego subió a su página personal de Facebook. "Uno de los momentos más bellos de la vida, al emerger de las nubes hacia el cielo azul en una montaña. Un aura de color te acompaña por unos segundos. Lo vi hace 3 años, hoy lo vuelvo a encontrar...", comentó muy emocionado.

Pero no todo quedó ahí, al día siguiente Antezana tuvo la oportunidad de contemplar por segundo día consecutivo el mismo fenómeno, por lo que volvió a compartir más fotos del sensacional acontecimiento sin antes agradecer eternamente a la madre naturaleza.

Esta vez también trató de explicar dicho fenómeno a sus seguidores: "Es un fenómeno físico casi desconocido en Chile, lo descubrí en 1990 a 4200 metros de altitud en Cerro Pintor. En 2012 lo volví a tener en forma impactante que te deja sin aliento. Se llama espectro de Brocken".

Gloria y espectro de Brocken

Una gloria o anthelion, es un asombroso fenómeno óptico que se produce debido a la luz retrodispersada sobre su fuente por una nube de diminutas gotas de agua de tamaño uniforme. Mientras que el espectro Brocken o "espectro de montaña" viene a ser la sombra agigantada y amplificada de un observador proyectadas sobre las superficies superiores de las nubes al otro lado del sol. Este fenómeno puede manifestarse en cualquier ladera de montaña neblinosa o banco de nubes. En el caso que compartimos, ambos fenómenos se conjugaron para dar como resultado una peculiar y maravillosa anécdota del cuál muy pocas personas en el mundo tienen la suerte de contemplar.