Actualmente existe preocupación en el País Vasco por la llegada de una plaga de chinches apestosas a la región desde hace varios días. Aunque el insecto no causa problemas de salud, su presencia es una molestia para los vecinos. Muchas casas cercanas a zonas verdes en pueblos de Bizkaia y Gipuzkoa están afectadas por la plaga, procedente de países asiáticos.
La Diputación Foral de Gipuzkoa se ha pronunciado tras la invasión de chinches
Desde la Diputación Foral de Gipuzkoa, concretamente del Departamento de Equilibrio Territorial Verde, reconocen que las chinches eran molestas porque entraban en las viviendas. Fuentes de la entidad afirman que recibieron varias quejas y que tenían noticias de la invasión de insectos en la zona desde hace tiempo. También fuentes de la Diputación Foral de Gipuzkoa explican que estaban al tanto porque las chinches sí habían dañado cultivos en otros lugares de la zona. El año pasado también afectó este insecto al País Vasco por estas fechas.
El insecto no pica ni se alimenta de sangre
No obstante, este insecto no es similar a las chinches de cama que se alimentan de sangre y que en la capital francesa se convirtieron en un problema. Incluso el Ayuntamiento de París tuvo que pedir ayuda al Gobierno francés ante la llegada de la plaga. Javier Redondo, presidente de una asociación de empresas dedicadas al control de plagas, ha explicado que las chinches apestosas fueron detectadas en el País Vasco en 2016. El experto afirmó que este 2023 las llamadas se generalizaron porque el insecto busca las casas para refugiarse.
Sin embargo, Javier Redondo pidió calma a los ciudadanos y añadió que las chinches apestosas no irrumpían en las viviendas para criar.
El experto también pidió aplicar medidas para evitar que el insecto entre a las casas. Por eso, aconsejó usar mosquiteros y añadió que en “dos o tres semanas” iba a desaparecer la plaga.
Un experto dijo que no era aconsejable utilizar insecticidas
Asimismo Javier Redondo dijo que no era aconsejable rociar al insecto con insecticidas. El experto comentó que la medida podía ser ineficaz si era llevada a cabo sin criterios profesionales. Las chinches apestosas desprenden un mal olor cuando se sienten amenazadas, por lo que las personas deben intentar no aplastarlas.
Cabe destacar que Javier Redondo dijo que el calentamiento global favorecía la llegada de las plagas. También reconoció que era una molestia principalmente para las personas de las ciudades que no estaban acostumbradas a convivir con insectos de este tipo. Finalmente, dijo que era probable que la plaga comenzara a afectar a los cultivos con el paso del tiempo.