Son muy buenas noticias para la familia del pequeño Oliver. El niño de dos años y medio que tenía un tumor cerebral ha sido finalizado con éxito su tratamiento de protones, y ha podido tocar la campana que simboliza que se ha curado del cáncer mientras todos los profesionales le aplaudían.
Oliver había viajado a Madrid para someterse a la segunda intervención
El pasado mes de octubre, Oliver, viajó a Barcelona para tratarse un tumor cerebral en el Hospital Sant Joan de Déu. El menor tuvo que pasar por dos intervenciones. En la primera lograron extirparle un 90% del tumor y en la segunda consiguieron un 98,84%, pero no todo.
Por esta razón, este lunes ha sido intervenido de nuevo, pero esta vez en un hospital de Madrid, el cual utiliza un tratamiento de protones que solo se está disponible en dos hospitales de la capital.
El tratamiento de protones ha acabado con el cáncer del pequeño Oliver
Ha sido la madre de Oliver, Lena, la que ha dado la gran noticia a través de sus redes sociales: "Fin protones". El padre, Alejandro Romero, también ha compartido las imágenes en las que se puede ver al pequeño Oliver tocando la campana mientras los sanitarios le aplauden, y posteriormente el niño abre el envoltorio de unos regalos. Unas emotivas imágenes que han alegrado este viernes.
Los padres de Oliver han declarado por sus redes sociales que se van muy contentos pero tristes a la vez, y es que están muy agradecidos a los profesionales de la Clínica Navarra que les han atendido.
Alaban tanto el trabajo de los sanitarios como el de las rutinas que estaban siguiendo, haciendo cada día el mismo tratamiento, con el mismo personal médico y en los mismos horarios. Sin embargo, muy emocionados, empiezan ahora una nueva etapa con el pequeño en su lucha contra el tumor en la base del cráneo.
El pequeño Oliver fue diagnosticado en México
El caso de Oliver ha sido muy mediático, ya que se diagnosticó al pequeño mientras se encontraba en México, hace ya siete meses. Un héroe anónimo pagó 196.000 euros para conseguirle un avión medicalizado que lo trajera de vuelta a España y rápidamente, los padres viajaron a Barcelona para controlar la hidrocefalia del menor y para intervenirle, aunque para la extirpación total del tumor era necesario un tratamiento con protones que finalmente han realizado viajando a Madrid.
Oliver llegó a España el pasado noviembre. El tumor que padecía era un ependimoma de fosa posterior, su longitud era de 7,5 centímetros y estaba en un estado muy avanzado. El niño tenía afectada la movilidad y los nervios craneales. Las dos operaciones efectuadas en el Hospital de Sant Joan de Deu consiguieron una mejoría neurológica destacable, y gracias al tratamiento de protones, hecho en Madrid, ya se ha conseguido extirpar por completo el tumor, pero pese a todo, aún le queda un camino por recorrer, ahora ya fuera de peligro.