Una tragedia inesperada golpeó a una familia de la localidad castellonense de Jérica, llevándose la vida de una niña de tan solo 12 años a causa de una enfermedad que tratada a tiempo no es mortal. Sus padres tienen fuertes sospechas de que se trata de un caso de presunta negligencia médica.

Los médicos no habrían realizado estudios a la niña

El pasado lunes, la niña, de nombre Emma, murió en el Hospital Clínico de Valencia debido a una peritonitis purulenta, lo que ha llevado a sus padres a considerar la presentación de una denuncia contra la administración sanitaria.

La madre de la niña, Beatriz Gascón, ha recurrido a los medios de comunicación para explicar que su hija fue a urgencias tres veces con fuertes dolores abdominales, vómitos y fiebre, pero los médicos que la atendieron siempre dijeron que se trataba de un virus y no habrían realizado ningún análisis médico crucial.

La madre relató que llevó a su hija al centro ambulatorio de Viver de las Aguas por primera vez el 29 de enero y que el médico que la atendió dijo que era un virus, pero cuando la niña no mejoró, la llevó a urgencias dos veces más. Finalmente, en la tercera ocasión, los sanitarios del Hospital de Sagunto se dieron cuenta de que algo estaba mal cuando la niña se desvaneció en la consulta.

La madre no quiso contradecir a los médicos

En las consultas, siempre según la versión de los padres, a la menor no se le hicieron ecografías o algún otro análisis para confirmar o descartar el diagnóstico, lo que le podría haber salvado la vida. Fue en el Hospital de Sagunto donde intentaron estabilizarla después del desmayo y la trasladaron al Hospital Clínico de Valencia, donde murió poco después.

La madre, cuando se encontró con el médico del ambulatorio de Viver de las Aguas, preguntó si lo que estaba padeciendo su hija sería una apendicitis, ya que conocía los síntomas porque su hijo mayor la había padecido, pero "lo descartó” y, respetuosa, consideró que “yo no soy médico y no puedo contradecirle”.

Como Emma no mejoraba, cuatro días después, al ver que la niña ni siquiera se podía levantar, volvió al centro de atención primaria.

Pese a que continuaba con diarreas, sin comer y con pérdida de peso, el médico le habría preguntado que “por qué volvía”, ya que eso era “un proceso vírico” que se resuelve en el transcurso “de ocho a diez días”.

Después de su calvario, la niña falleció por parada cardíaca en el Hospital General de Valencia donde había sido derivada de urgencia. Pese a que le practicaron dos horas de reanimación, nada ya se pudo hacer por su vida.

Los padres analizan hacer una denuncia

La peritonitis es una enfermedad que se puede tratar con medicamentos para infecciones bacterianas o, en casos más extremos, con una cirugía. Los padres han pedido que se cambie el protocolo de atención y que se realice una prueba a cualquier persona que entre con dolor abdominal.

También analizan la posibilidad de una denuncia penal.

La madre presa del dolor por la pérdida de su hija, afirma que no quiere que esto le ocurra a nadie más: "Espero que no le pase a nadie más", mientras que el padre busca respuestas convincentes: "Queremos saber qué pasó con mi hija".