No quisieron alquilarle el piso simplemente por su origen marroquí y el Ayuntamiento de Barcelona ha llevado a cabo la primera sanción a nivel estatal, por racismo inmobiliario. Ha multado al propietario y a la inmobiliaria que le gestionaba la búsqueda de inquilino con un total de 45.000 euros por negarle el alquiler y decirle que ya no estaba disponible, cuando no era cierto.

El joven marroquí no obtuvo respuesta ni acreditando su solvencia

El afectado, Redouane Mehdi, un joven ingeniero informático marroquí, decidió buscar piso cerca de su trabajo y, tras buscar por internet, en una de las plataformas online para ello, encontró uno que le cuadraba con la idea que buscaba e intentó ponerse en contacto con la inmobiliaria.

Les envió tres nóminas, su contrato indefinido, la antigüedad en la empresa, entre otros, demostrando con creces que cumplía todos los requisitos de solvencia económica que se exigían.

La inmobiliaria le dijo a Mehdi que ya estaba alquilado, pero no era cierto

Ninguno de los papeles que entregó el joven marroquí hizo que se pusieran en contacto con él y seguían sin cogerle las llamadas. La única respuesta fue cuando le transmitieron que el propietario del piso en cuestión ya lo había alquilado a otra persona. La sorpresa fue cuando Mehdi, a través de un amigo con nombre europeo, vio que a las semanas el apartamento seguía disponible.

Sin origen marroquí y con nombre europeo sí le consideraban apto para el mismo piso

El amigo del joven marroquí entregó los mismos papeles para acreditar su solvencia y a él sí que se lo alquilaron. Este hecho hizo constatar que se trataba de un caso de racismo inmobiliario y fue entonces cuando Redouane Mehdi decidió denunciar poniéndose en contacto con la Oficina por la No Discriminación la cual, junto a la Unidad de Disciplina y Antiacoso del Instituto Municipal de la Vivienda estudiaron el caso para llevarlo hacia adelante.

La sanción quiere ser un aviso para el sector inmobiliario

Un estudio del propio Ayuntamiento de Barcelona demostró que tener un apellido marroquí y querer solicitar un piso de alquiler hace que se obtengan menos respuestas de la inmobiliaria que el tener un apellido español. Según Marc Serra, Concejal de Derechos de Ciudadanía de Barcelona, esta sanción no tiene carácter recaudatorio, sino que quiere ser una advertencia para el sector y evitar y disminuir los casos de discriminación que existen hoy en día para acceder a una vivienda.

"Tenía claro que era discriminación, pero es muy difícil demostrarlo" comenta Mehdi

Según el ingeniero, la discriminación racial en este sentido es muy difícil de demostrar, sin embargo él lo ha conseguido, ya que la inmobiliaria ha cometido el error de negarle el piso diciendo que estaba alquilado, cuando posteriormente se lo han alquilado a su amigo con nombre europeo sin problemas. Tras la batalla ganada Mehdi pone énfasis en su deseo de que su caso sirva de ejemplo y apoyo a la comunidad marroquí.