El ministerio de Sanidad ha propuesto cerrar el ocio nocturno de manera urgente a causa del incremento exponencial de los contagios de los últimos días. La incidencia acumulada en el país se ha duplicado en una semana pasando de 100 por cada 100.000 el 28 de junio a 204 por cada 100.000 el 5 de julio.

Muchas provincias y localidades están solicitando el toque de queda de la 01:00 de la madrugada hasta las 06:00, siguiendo el patrón de otras como Barcelona, Comunidad Valenciana o Cantabria. Mientras que por parte de las autoridades y las fuerzas políticas se sigue debatiendo estas cuestiones, los botellones y las fiestas siguen siendo el mayor quebradero para las Fuerzas de Seguridad.

La policía ha tenido que intervenir

La policía ha tenido que intervenir ya que los botellones y las fiestas han vuelto a la normalidad. Las fiestas privadas y los eventos multitudinarios sin respetar las medidas interpuestas han aumentado considerablemente ya que los jóvenes han buscado sus espacios para realizarlas. En Málaga, la Policía Local tuvo que intervenir esté sábado en la playa de La Malagueta en la capital en diferentes concentraciones donde no se respetaban las medidas de seguridad impuestas denunciando así a los asistentes.

Sevilla también vivió una noche llena de altercados entre el que se destacó el desalojo de 850 personas. Escenario muy parecido el ocurrido en Torrevieja con un botellón multitudinario donde los asistentes superaban el millar de personas.

Las restricciones han ocasionado el efecto contrario como ha ocurrido en Baiona, Pontevedra en el cual los jóvenes han encontrado sitios estratégicos para organizar sus propias fiestas.

En la playa vizcaína de Plentzia el desalojo de decenas de personas han llevado al altercado entre policías y participantes, siendo los primeros atacados por los jóvenes a través de lanzamientos de objetos.

Por su parte un operativo especial de Mossos d'Esquadra y Guardia Urbana ha ido desalojando las concentraciones, que quedaron vacías sobre las 2 de la madrugada en las playas de Cataluña.

En las demás comunidades las Fuerzas de Seguridad siguen interviniendo pues ni la concienciación ni las medidas causan efectos en los jóvenes que ven cualquier oportunidad para concluir la semana organizando fiestas privadas y botellones multitudinarios.

Este pensamiento es defendido por los hosteleros que manifiestan "parece que somos los culpables de lo ocurrido" alegando que aunque las discotecas se cierren la fiesta seguirá existiendo en otros lugares, se respeten o no las medidas.

El toque de queda se extiende al resto del país

Cada vez mas cerca del toque general nocturno. A causa de la duplicación de los casos de COVID-19, Cataluña, Comunidad Valenciana, Navarra o Cantabria han vuelto a imponer esta medida como prevención del avance la enfermedad. Aunque se prevé que será de manera provisional por el avance de la vacunación en los jóvenes de 19 a 28 años en los próximos meses, los gobiernos de las distintas comunidades han visto necesaria tomar este tipo de medidas. Aunque hay todavía comunidades que no han optado por esta opción, en esta semana se reunirán parte de ellas para plantearlo.