Pablo Urdangarín vive, como toda su familia, la familia del rey, momentos de incertidumbre con la vecindad de las fiestas navideñas. Y no es para menos, ya que su abuelo, el rey emérito de España, se encuentra viviendo en un dorado exilio en Abu Dabi, Emiratos Árabes. Dorado, pero solitario, que al menos por el momento plantea al anciano rey que pasará solo las fiestas navideñas.

Pablo Urdangarín vive en Barcelona desde hace pocos meses

El segundo hijo de Cristina e Iñaki Urdangarín está instalado en Barcelona desde hace un tiempo y también está en el ojo de la prensa, que revolotea en torno a él como con sus primos Victoria Federica y Froilán de Marichalar, quienes ya coleccionan varios episodios de fuertes roces con los paparazzi.

En este caso, el joven Pablo Urdangarín, de 20 años recién cumplidos, pese a buscar una vida de perfil bajo, al menos más bajo que otros miembros de la familia, tuvo un encontronazo con un cronista que se le acercó para preguntar por su abuelo. Después de sostener seriamente que no respondería a los requerimientos de la prensa, y ante la insistencia del reportero, terminó estallando y respondió con mucho enojo ‘’¡déjame en paz, pesado!’’.

El reportero buscaba conocer la situación del rey emérito

Diciembre es una época del año plagada de fiestas importantes y reuniones que en este 2020 quedarán en el olvido. El joven, quien además es jugador de balonmano, vocación por el deporte que heredó de su padre, cumplió años muy recientemente, más precisamente el pasado 6 de diciembre.

Para una familia que se ha mostrado siempre muy unida, junto con sus hermanos Juan, Miguel e Irene, festejar el cumpleaños del joven sin su abuelo y con su padre Iñaki preso, no ha sido un buen momento.

El hijo de doña Cristina es jugador de balonmano, como su padre

El pasado 4 de diciembre, dos días antes de su cumpleaños, se le vio, circunspecto y con la correspondiente mascarilla, abordar un tren desde Barcelona en la estación de Sants hacia Madrid, aunque ambas ciudades se encontraban en ese momento cerradas por las normas sanitarias impuestas sobre el Puente de la Constitución.

Durante el fuerte episodio vivido con la prensa, Pablo Urdangarín también puntualizó que no respondería, no sólo sobre su abuelo, sino tampoco sobre su madre, doña Cristina. ‘’No voy a responder a nada, no hace falta que me sigas’’.

Pese a la insistencia del cronista, sólo se consiguió por parte del joven Urdangarín, una ruda respuesta y que acelera el paso para desvincularse prontamente de la situación que lo incomodaba, sin dar respuestas de interés público: la situación de quien para Pablo es solo su abuelo, pero para el resto de los españoles es el rey emérito Juan Carlos I.