En España, la investigación de una vacuna por el Coronavirus tiene que hacer frente a más dificultades, según un grupo de científicos, por culpa de las numerosas restricciones a las que tienen que hacer frente para poder llevar a cabo investigaciones con Animales. Esto provoca que el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus no esté siendo nada fácil. Un equipo de científicos ha denunciado que, incluso, no tienen ratones para llevar a cabo experimentos.
Esta situación repercute más de lo imaginado, ya que hay varios países que están peleando por conseguir obtener la primera vacuna contra la enfermedad.
Una carrera en la que los laboratorios científicos españoles tienen muy pocas opciones, a causa de las fuertes restricciones que existen en el país para experimentar con animales.
España dependerá mucho más de otros países para conseguir la vacuna
Luis Martín Arias, profesor titular del área de farmacología de la Universidad de la ciudad castellana de Valladolid ha señalado que, hoy en día ni siquiera tienen ratones para llevar a cabo experimentos con animales para lograr esta vacuna del coronavirus.
El experto ha explicado que la investigación en territorio español está muy condicionada por las muchas limitaciones que han sido impuestas, para poder llevar a cabo experimentos con animales. Otros países, como son Reino Unido o China, pueden trabajar con un menor número de restricciones, lo que hace que logren avances en menos tiempo.
Recomiendan experimentar con grandes simios
Este hecho provoca que España dependa mucho de otros países, a la hora de lograr la ansiada vacuna contra el SARS-CoV-2, el virus que provoca el coronavirus. El principal problema a la hora de investigar con este tipo de vacunas es qué tipo de animales se eligen para experimentar. Hay que elegir uno que se parezca, lo máximo posible, a los seres humanos para que los resultados se puedan extrapolar a esta especie, que sea realmente infectivo, que se pueda infectar por el propio virus.
Martín Arias señala que un virus como es el SARS-CoV-2, lo ideal sería llevar a cabo experimentos con simios por la gran proximidad genética que tienen con los seres humanos. Además, los resultados son fácilmente proyectables a la especia humana.
Evitar que los efectos de la vacuna sean peores que el propio coronavirus
El investigador señala que experimentar con grandes simios va a permitir llevar a cabo un análisis, de manera óptima, en el caso de las conocidas como “inmunopatologías”: el objetivo es ver si la vacuna del coronavirus tiene un efecto opuesto a lo que se desea y termina desprotegiendo al individuo o provoca un efecto secundario, que es peor que el propio coronavirus.
Pero, en España está completamente prohibido experimentar con grandes simios desde el año 2013 por un decreto, que fue adaptado a la legislación en Europa. Solo se permite llevar a cabo ciertos experimentos con el macaco Rhesus y con los ratones que son modificados genéticamente. “Es cierto que el Rhesus es un modelo recomendable, pero está bastante más lejos, genéticamente hablando, que nosotros.
Pero también hay un problema con los ratones (siempre modificados genéticamente), ya que el científico señala que no hay un número de ejemplares suficientes en España para cubrir la demanda y muchas investigaciones se ven obligadas a detenerse por culpa de este déficit.
El experto menciona que el gran rechazo por parte de la opinión pública que implica la experimentación con animales, en opinión del científico sin haberse informado de manera adecuada de lo que podría suponer todo esto, por ejemplo, ahora mismo no hay ratones suficientes para llevar experimentos con este tipo de vacunas.