El fallecimiento del ciudadano de origen afroamericano, George Floyd, ha provocado las revueltas más importantes en Estados Unidos desde hace décadas y un aumento de las críticas hacia el trabajo de Donald Trump. La violencia ha ido a más y las imágenes han sido históricas con enfrentamientos en la calle y manifestaciones en las principales ciudades de Estados Unidos.
Una de las voces más esperadas ha sido la de Barack Obama, uno de los presidentes más queridos por la ciudadanía y que fue un referente en la defensa de los derechos humanos.
El ex-mandatario ha pedido canalizar el enfado por la muerte de George Floyd por la acción policial con tinte racista en acciones que sean pacíficas. Ha condenado la violencia y ha expuesto una serie de claves para poder hacer que el actual punto de inflexión se convierta en un cambio real.
Trump no ha querido escuchar a los manifestantes ni ha reducido la tensión
El fallecimiento del ciudadano afroamericano George Floyd ha provocado el levantamiento de la ira de miles de personas que ya están cansadas de la habitual brutalidad por parte de los agentes policiales que sufre la ciudadanía de raza negra por el mero hecho de ser negros.
Las protestas comenzaron en la ciudad de George Floyd, Minneapolis.
Ciudad que ha saltado a los medios de comunicación después de que las imágenes de un agente de policía, Derek Chauvin, reducía a Floyd presionando su cuello con la rodilla, mientras el ciudadano estaba esposado y tirado en el suelo, durante nueve minutos, se extendieran por todo el país y se hiciera viral a nivel mundial. Unas imágenes que parecen no importar a Donald Trump ni a su gabinete.
Donald Trump ha preferido una postura autoritaria ante el levantamiento de la ciudadanía
Aunque la mayor parte de las manifestaciones son tranquilas y pacíficas, a lo largo de estos días algunas se han tornado a la violencia y hasta la ciudad de Nueva York ha tenido que aprobar el toque de queda.
Donald Trump ha respondido a todas estas acciones con una postura autoritaria y aumentando la acción policial. Y mucha gente estaba deseando que Barack Obama, el único presidente de raza negra que ha tenido Estados Unidos (durante los años 2009-2017) condenase la violencia y se ha expresado pidiendo que la ira se canalice en la política, el diálogo y el pacifismo.
Obama ha decidido dar su punto de vista sobre lo que está sucediendo a través de un ensayo que ha publicado en su blog, “Medium”, donde ha instado a los ciudadanos de Estados Unidos, que están indignados por este nuevo fallecimiento de un ciudadano de raza negra, a que se “pongan a trabajar” hasta lograr una auténtica reforma de la actual justicia penal que termine con el racismo que se ha convertido en sistémico.
Obama llama a las protestas pacíficas y se pone al lado de los manifestantes
Obama escribe en su blog, que las oleadas de protestas que han tenido lugar en todo el país es una demostración de la frustración legítima y genuina tras varias décadas de fracasos en un intento de reformar las prácticas por parte de las autoridades policiales y ante la necesidad de un sistema de justicia penal que sea mucho más amplia en el territorio de los Estados Unidos. Pero Barack Obama ha querido transmitir su preocupación porque una “pequeña minoría” ponga en serio riesgo el sentido y el trasfondo de la protesta.
El ex-presidente ha querido destacar en su texto, a diferencia de lo que dice Donald Trump, la mayor parte de las protestas que están teniendo lugar en todo el país son “inspiradoras, pacíficas, responsables y valientes”.
Y este tipo de manifestaciones son las que merecen todo el apoyo y respeto. Además, ha señalado que las autoridades policiales de ciudades como Flint y Camden han entendido este tipo de manifestaciones de forma muy admirable.