Cada trabajador afectado por el ERTE por la pandemia por el Coronavirus tendrá que pagar 1.000 euros en la declaración de la Renta del año que viene. Por ejemplo, el trabajador que reciba un salario de media de unos 23.646 euros y cobrase el ERTE desde el mes de marzo hasta junio, tendrá que ingresar a Hacienda la cantidad de 1.322 euros el próximo año 2021, más que una persona que reciba un sueldo de 90.000 euros.

Una persona que cobrase el sueldo de 19.500 euros brutos a lo largo del último año, y hayan estado cuatro meses en un ERTE, tendrán que pagar la cantidad de 2.169 euros a la Agencia Tributaria el año que viene.

Una mala noticia para el bolsillo de estos contribuyentes que, a lo largo de estos meses, lo han pasado realmente mal, al no saber las consecuencias de la pandemia del coronavirus en su día a día.

La crisis del coronavirus tendrá consecuencias económicas a medio y largo plazo

Aquellas personas que han podido mantener su puesto de trabajo, pero han estado dentro de un ERTE durante estos meses desde el inicio de la pandemia por el coronavirus tendrán que romperse la cabeza y hacer números, además de ir preparando el monedero para pagar a la Agencia Tributaria, ya que el año que viene tendrán que pagar un extra en su declaración de la renta.

Por ejemplo, una persona que cobra un sueldo de 19.500 euros brutos anuales y que ha estado los cuatro últimos meses en un ERTE tendrá que pagar la cantidad de 2.169 euros a la Agencia Tributaria.

El motivo es que las empresas han preferido retener muy poco (casi llegando al mínimo) y el SEPE no ha llevado a cabo ninguna clase de retención.

Esta sorpresa tan desagradable se la va a llevar casi tres millones y medio de trabajadores, que se han visto obligados a acogerse a un ERTE (o que están todavía dentro de uno).

Tras la crisis por el coronavirus, hubo cambios en la declaración de la Renta

Parece que la emergencia sanitaria provocada por el coronavirus tendrá como consecuencia una de las mayores crisis económicas de la historia. Sin duda, el año que viene muchos afectados por un Expediente de Regulación de Empleo de manera Temporal (ERTE) van a sufrir un duro golpe en su bolsillo.

La razón es que este año (2020) a millones de trabajadores se les retendrá una menor cantidad económica del IRPF en sus salarios y, sobre todo, por culpa de la prestación por desempleo que, en la mayor parte de los casos, este año no sufrirá ninguna retención. Por esta razón, el año que viene (2021) Hacienda tendrá que liquidar las diversas diferencias y llevará a cabo el cobro lo que no se ha llegado a retener a lo largo de este año 2020.

Por otro lado, al tener dos pagadores - el SEPE y la compañía -, ha hecho que el umbral a partir del cual se debe hacer la declaración se haya reducido: de los 22.000 euros actuales, hasta los 14.000 euros.

Afectados por el coronavirus pagarán más a la Agencia Tributaria

Eso sí, va a depender de cada caso y no en todos los trabajadores tendrá que pagar a la Agencia Tributaria, aunque si habrá una mayor cantidad de declaraciones que tendrán que ingresar a Hacienda de entre los casi tres millones de los trabajadores afectados por culpa de los ERTES y la crisis económica por el coronavirus, y pasarán a retener un menor porcentaje de IRPF según el nuevo sueldo que recibe el trabajador a lo largo del ejercicios.

Según los cálculos realizados por el REAF (siglas de Registro de Economistas y Asesores Fiscales) una persona que recibe un sueldo de 23.646 euros, que no haya podido realizar su trabajo durante los últimos cuatro meses, o sea, desde el pasado mes de marzo hasta este mes de junio, en el Estado de Alarma por el coronavirus, tendrá que pagar en su próxima Declaración de la Renta, 1.322, 42 euros.

Un verdadero “sablazo” para su bolsillo.

Casualmente, pagarán más que una persona que gane más de 30.000 euros (ingresarán a Hacienda la cantidad de 1.026 euros), las rentas superiores a 90.000 euros (pagarán 1.248 euros) y los que superen los 60.000 euros netos (ingresarán unos 1.244,64 euros).