Después de lo que ha sucedido a lo largo de las últimas semanas, el Gobierno ha decidido pasar al contraataque y no duda en acusar al Partido Popular de mimetizar la acción de la ultraderecha, blanquearla. Pedro Sánchez (PSOE) no ha dudado en reprochar a Pablo Casado que haya convertido la pandemia del coronavirus en una especie de concurso de posados. Mientras tanto, Pablo Iglesias (Unidas Podemos) ha afeado a García Egea, que realizase una llamada a la desobediencia, de manera velada en la última sesión de control, por parte de las fuerzas del orden.
Por primera vez, el líder del PSOE ha decidido cambiar su tono en la última sesión de control
Pedro Sánchez, líder del PSOE y presidente del Gobierno, ha decidido cambiar su tondo durante la última sesión de control, que tuvo lugar este mismo miércoles, hacía el líder del bando de la oposición, Pablo Casado. De intentar pacificar, Sánchez ha decidido pasar al contraataque, apoyado en todo momento por el vicepresidente II, Pablo Iglesias, que no dudó en llamar al orden a Teodoro García Egea, secretario general del Partido Popular.
Pablo Casado reprochó al PSOE firmar un acuerdo con Bildu y de engañar a la ciudadanía
Durante su turno de preguntas, Pablo Casado (PP) no dudó en criticar al Gobierno por haber firmado el acuerdo por la derogación de la reforma laboral con Bildu y, otra vez, decidió cuestionar su gestión de la pandemia por el coronavirus.
Según Casado, a Pedro Sánchez no le quedaba ningún partido político al que podría engañar, ni ningún ciudadano español al que iba a mentir. A posteriori, acusó al Presidente de llevar dos meses “tocando la lira”, lo mismo que hizo Nerón mientras todo ardía a su alrededor. Y, a continuación, le preguntó si finalmente iba a derogar la polémica reforma laboral decretada por el Partido Popular en el año 2012 y que salvó tantos puestos de trabajo.
Pedro Sánchez le respondió que el compromiso por parte del Gobierno desde el pacto de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos es derogar la mencionada reforma laboral del Partido Popular con dos claros objetivos: recuperar todos los derechos laborales perdidos por la crisis del año 2007 y reconstruir los valiosos consensos a nivel social, que se rompieron durante el Gobierno del Partido Popular.
Pedro Sánchez echó por cara la campaña del PP de ataque al PSOE durante la pandemia
En el momento de réplica, Casado golpeó directamente con el cese de funciones del hasta hace unos días jefe de la comandancia de la benemérita en Madrid, Pérez de los Cobos. El líder del Partido Popular no dudó en acusar a Pedro Sánchez de intentar sabotear la independencia a nivel judicial y aseguró que, desde Roldán, nadie había manchado de esta manera el nombre de la Guardia Civil. Casado ha anunciado que el Partido Popular iba a llegar hasta el final y concluyó su discurso asegurando que aquí no sobra un coronel, sino un ministro (en clara referencia al propio Marlaska).
Entonces Sánchez, que hasta ese momento había exigido al Partido Popular que estén a la altura del Estado que está viviendo la pandemia más grave en un siglo, aprovechó para contraatacar y acusar al Partido Popular de no estar con el Gobierno de España en un momento tan duro y de basar su trabajo en oponerse a cualquier acción que realice el Gobierno, además de realizar un listado de críticas realizadas al PSOE por numerosas razones, sobre todo, por no haber decretado el Estado de Alarma, primero, y después por no derogarlos.
Pedro Sánchez lo tenía muy claro: la última actividad de Casado durante la crisis de la pandemia ha sido un auténtico “concurso de posados”, lo único que ha hecho durante estas duras semanas es posar, competir con Ayuso en el número de posados. Además de hablar como lo hacen los miembros de VOX, actúa como ellos y vota exactamente igual que ellos. Si no son lo mismo, se parecen demasiado y eso es un auténtico problema para la democracia de este país.