La crisis provocada por el COVID-19 y las estrictas medidas de seguridad en las fronteras han provocado que el tráfico ilegal de especies exóticas se haya frenado en seco. Pero, los conservacionistas advierten: esto solo es un hecho puntual, los traficantes están estudiando nuevas vías para seguir con su negocio y la situación puede ir a peor.

Algunos defensores de la naturaleza han visto una posibilidad real de que se provoquen daños muy duraderas en la naturaleza en manos de estas redes criminales por culpa de la pandemia. Incluso, la caza furtiva podría llegar a aumentar tras la crisis sanitaria que se está viviendo a nivel global.

El cierre de fronteras, la prohibición de viajes... todo imposibilita que los traficantes puedan mover su "producto"

La propagación del virus COVID-19 ha provocado que la actividad económico se haya estancado, se hayan prohibido los viajes y el comercio transfronterizo se encuentre bloqueado. Otro sector que se ha visto seriamente dañado por todo esto ha sido el del tráfico de Animales salvajes.

Una persona que trabaja en esta actividad ilegal en Viermnam ha reconocido a una reportera del “The New York Times” que la seguridad en la frontera es demasiado pesada y los “productos” no pueden salir.

La pandemia ha imposibilitado a las pandillas de delincuentes que se organizan en los países del sudeste del continente asiático realizar el traslado de dos de los “productos estrella” en el mercado del tráfico ilegal de animales: las escamas de marfil y los famosos pangolines de China.

Pero los expertos aseguran que este freno en el comercio ilegal de animales salvajes solo es un hecho temporal.

Sarah Stoner, directora de la Comisión de Justicia por la Vida Silvestre, ha recordado que se pueden ganar grandes sumas de dinero con estos “productos” y hay demasiadas personas e intereses involucrados para que el impacto del Coronavirus sea significativo a largo plazo.

Su fundación trabaja de manera activa para lograr desmantelar el tráfico ilegal de animales salvajes.

Los comerciantes estarían recibiendo incentrivos por mover el "producto" en el menor tiempo posible

Tanto ella como otros expertos sobre el tema confirman que las medidas restrictivas en los viajes y en el comercio provocadas por el coronavirus pueden ser una verdadera oportunidad para que las fuerzas del orden público frenen la actividad de estas redes criminales, el alto costo económico que va a suponer la pandemia va a atraer a muchos ciudadanos, que se van a encontrar sin trabajo y en condiciones económicas muy precarias, a este tipo de actividades.

En varios países se ha constatado un aumento significativo de esta clase de actividades de tráfico ilegal de animales, lo que significa que los traficantes siguen operando y están buscando la manera de adaptar su negocio y seguir ganando dinero en la “nueva normalidad”.

Tim Witting, máximo responsable de “United for Wildlife”, organización que lucha contra el tráfico de animales salvajes y dirigida por el Príncipe Guillermo ha constatado que los comerciantes están recibiendo incentivos por mover “el producto” lo más pronto posible.