España y su fuente laboral ha sido un atractivo para miles de jóvenes sudamericanos, a la hora de encontrar una nueva fuente de ingresos. La realidad marca que la economía de un país desarrollado y las oportunidades de explorar nuevos horizontes motivaron años atrás un éxodo, por parte de mujeres y hombres de entre 20 y 30 años, que tomaron la decisión de construir un futuro en Europa. Este año llegó para realizar un nuevo giro en sus impredecibles vidas, pues muchos de ellos han huido de lo que en países como Argentina y Uruguay se denomina como "La Madre Patria".

La nueva ola migratoria hacia el viejo continente

La historia indica que varios siglos atrás, las grandes embarcaciones europeas llegaron a América del Sur colmadas de familias, que buscaban un nuevo comienzo en un lugar desconocido, aunque lleno de nuevas oportunidades.

En sitios como Uruguay en donde cerca del 90% de la población proviene de antepasados españoles o italianos, aún quedan vestigios del paso de aquellos primeros pobladores, que comenzaron a desarrollar la agro-industria del país. Del otro lado del Río de la Plata, Argentina vivió una situación casi idéntica, aunque allí fueron más los que arribaron, desde "El País de La Bota".

El resto del continente no permaneció ajeno al fenómeno migratorio, también fueron bienvenidos portugueses y ciudadanos oriundos de Estados de Europa central como Alemania, Suiza, entre otros; formando pequeñas colonias las cuales hoy día mantienen su vigencia.

Sin embargo el siglo XXI trajo aparejada una nueva ola migratoria, aunque en un sentido inverso, acontecimiento que se vio acentuado con mayor vigor en el correr de los últimos años.

España como sinónimo de vía de escape laboral

Bien sabido es que América del Sur es un continente en donde los distintos países se encuentran en un desarrollo económico constante.

Allí la pobreza se encuentra siempre amenazante, a la espera de la próxima crisis.

La globalización brindó una amplia gama de nuevas posibilidades a quienes (por algún motivo u otro) siempre miraron hacia Europa, encontrando de dicha forma la apertura de las puertas, que nunca habían visto abiertas.

Los nuevos paradigmas de la comunicación y las facilidades para la adquisición de pasaportes comunitarios, sumados a otros factores condujeron a miles de ciudadanos sudamericanos a tierras españolas.

Claramente el idioma resultó determinante para encaminar la decisión de aquellos que buscaban emigrar a Europa, en busca de un mejor estilo de vida. Jóvenes principalmente de clase media y alta fueron atraídos por los euros y un sistema socio-económico inescrutable, hasta ese entonces.

Fue así que los intrépidos viajeros llegaron a las calles de ciudades como Madrid, Barcelona, Galicia, Valencia, Málaga, e Ibiza (entre otras tantas), con una carpeta llena de "curriculums", con el propósito de desperdigarlos por todos lados en donde se pudiera conseguir el ansiado empleo.

Todo marchaba de acuerdo a las expectativas. Leonardo, nacido en la ciudad de La Plata en Buenos Aires, se había instalado en un call center a unos escasos metros de la Puerta del Sol.

La bogotana María Angélica servía los mejores tragos en Ibiza, desde hacía tres años. Antonio había logrado una capacidad de ahorro mayor a la que podía conseguir en Montevideo, y se encontraba a gusto viviendo en Barcelona. Pero con la llegada del Covid-19 todo cambió, y los despidos no demoraron en presentarse.

En Sudamérica siguen aterrizando aviones provenientes del Aeropuerto de Barajas

La anormal situación obligó a muchos sudamericanos a retornar con sus familias a los barrios que los vieron crecer. Al día de hoy, son incontables los casos de personas que han sido "expulsados" de España, debido a la crisis económica generada por el Coronavirus, por la cual varias empresas debieron comunicarle el despido.

Profesionales de todas las áreas decidieron volver a su continente de origen, a pesar de haberse sentido a gusto en Europa durante años. Psicólogos, enfermeros, abogados, arquitectos, entre tantos otros, ya han retornado para cumplir con la cuarentena en sus viejos hogares, dando por acabado el "sueño español".

Latinoamérica aún no ha registrado su pico de contagio, y se teme que lo peor pueda llegar a suceder en las próximas semanas, cuando las cifras de muertes a causa del virus se disparen.

Los Gobiernos de los diferentes Estados han adoptado diversas políticas de combate contra la pandemia, decretándose la cuarentena total en algunos de ellos como Argentina y Brasil, en donde ya han sido más de 20 mil los infractores, que fueron detenidos por la policía y sometidos a la justicia.

Por su parte, la población de Uruguay continúa con una cuarentena voluntaria, exigiendo a quienes retornasen de Europa el cumplimiento de un confinamiento obligatorio de dos semanas. No se tiene una cifra exacta, pero se calcula que son miles, los que han abandonado Europa para no volver.