La cancelación de la Semana Santa ha provocado que una de las grandes tradiciones de esta país como son las monas de Pascua se han visto seriamente afectadas. Por eso, el sector ha decidido reformularse y ofrecer la posibilidad de envío a domicilio o, incluso, que se reserven para otras celebraciones que tengan lugar durante el mes de junio, por ejemplo.

El diseño estrella de este año es el de mascarilla

El sector, que intenta de manera desesperada salvar esta campaña, llevará los tradicionales dulces a una gran cantidad de hogares con la ayuda de las nuevas tecnologías y las redes sociales.

Las creaciones buscan mantener viva la gran ilusión que tienen los más pequeños por esta tradición. El diseño estrella de este año es el de mascarilla.

Uno de los momentos más importantes del año, para muchos vecinos, es ir a su pastelería favorita para comprar el lunes de Pascua la correspondiente mona para algún miembro más joven de la familia. Hay de todo tipo, más o menos ambiciosas, más o menos originales, todo depende de la coyuntura económica. Pero, este año con el confinamiento parece que va a ser más complicado.

Varios pasteleros de Barcelona ofrecen la posibilidad de ir puerta a puerta y reservar una segunda mona para junio

Por eso, los artesanos pasteleros están buscando iniciativas para poder seguir con la tradición.

Por ejemplo, promover un año de monas de Pascua a domicilio y sin ningún tipo de riesgo a la hora de llevar el encierro y evitar el contagio.

En Barcelona, cientos de panaderos están dando todo de sí para que esta tradición se mantenga. Por ejemplo, con la posibilidad de ir, puerta a puerta, con la promesa de que a partir del 1 de junio puedan realizar una segunda entrega cuando las familias ya se puedan reunir todas juntas, fecha que coincide con la Segunda Pascua y se espera que ya no existan crisis sanitarias y el Coronavirus ya sea pasado.

Otras pastelerías han logrado mantener las ventas gracias a la posibilidad de comprar online. Aunque reconocen que este año las proporciones no serán las habituales. Solo el año pasado se despacharon en la provincia catalana de Barcelona, la cifra de 700.000 monas.

El pasado mes de marzo, después de decretarse el Estado de Alarma, se esperaba lo peor por culpa de la pandemia; y el fin para muchos pequeños obradores.

Pero, gracias a la movilización y el ingenio de los pequeños artesanos parece que este lunes de Pascua seguirá con la tradición aunque de manera mucho más digitalizada y recluida.

Para muchos establecimientos de Barcelona, las monas de Pascua significan entre el 25-30% de su facturación al año. Por esa razón, se movieron para evitar lo que podría significar un verdadero descalabro. Y, también, se buscaba mantener una tradición que le hace mucha ilusión a los más pequeños de casa.