Una nueva norma que ha provocado mucha polémica en el país: Holanda prohíbe el uso del burka con una nueva ley que entra en vigor hoy, 1 de agosto. La norma, que había ratificada el pasado verano, no permite el empleo de este tipo de prendas o de cualquiera que oculte el rostro, tanto en mujeres como en hombres, en lugares públicos como pueden ser edificios gubernamentales, hospitales, transporte público o escuelas.

No cumplir con la ley estará penado con multas de hasta 150 euros, aunque hay numerosas dudas de cómo se llevará a cabo la aplicación de la misma, ya que una cosa es la teoría y otra la realidad.

Se prohíbe el uso de cualquier prenda de oculte el rostro

Este mismo jueves ha entrado en funcionamiento, en todo el territorio holandés, la prohibición del empleo de esta clase de prendas que oculten a cara, o sea, desde un pasamontañas de toda la vida hasta un velo integral de la creencia islámica en los espacios público. Esto ha creado una gran polémica en medio de la sociedad holandesa y con muchas dudas de la forma de aplicación de la normativa.

La polémica norma fue ratificada el pasado verano por el propio Senado del país, y define una prohibición “parcial”, no “total” como se exigía en algunos partidos más conservadores, con el objetivo de limitar el empleo de esta clase de prendas en las zonas públicas como pueden ser los hospitales, las escuelas, los gobiernos gubernamentales.

Se retrasó un mes su entrada en vigor por expresa petición de los colegios

En un primer momento, se había considerado que la ley entrase en vigor el pasado mes de julio, pero las escuelas solicitaron un aplazamiento para que su aplicación no provocase problemas al coincidir con el final del curso escolar y que no hubiera tensiones con las progenitoras que van a buscar a sus hijos al colegio utilizando el niqab o el burka.

Sineembargo, hoy en día hay muchas dudas sobre cómo se llevará a cabo la aplicación, en la práctica y en el día a día, de la mencionada ley, cuyo incumplimiento conllevaría a tener que pagar una multa por el valor de 150 euros. Solo se permitiría el empleo de algún tipo de prenda que cubriese el rostro en caso de trabajo, deporte, salud o por seguridad.

Por ejemplo, los conductores de transporte público (trenes, metro o autobús) tienen la obligación de no dejar entrar a una persona que lleve el rostro oculto por una prenda. El problema está en que no están obligados a cumplir la mencionada ley, por lo que las empresas que se encargan del transporte público del país ya han avisado que sus empleados solo avisarán del cumplimiento de la ley, pero no llevarán a cabo la prohibición para evitar problemas con los ciudadanos. Y si este se niega a bajarse o a quitarse la prenda, no pararán el vehículo hasta que llegue la policía, como indica la mencionada ley.