Una ballena en Sudáfrica se ha tragado a un buzo y, posteriormente, lo ha escupido vivo en una playa cercana. El buzo es Rainer Schimpf, un reputado fotógrafo que estaba intentado tomar imágenes de un tiburón, cuando fue tragado por una ballena.

El buceador estaba haciendo fotos a un tiburón

Rainer Schimpf, un conocido buzo de 51 años de edad y director de una empresa que se encarga de organizar actividades de buceo, Dive Expert Tours, fue engullido por una gran ballena en la zona de Port Elizabeth, en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, cuando estaba concentrado en tomar unas fotografías de un tiburón.

El buceador estaba captando y documentando varias especies marinas acompañado por un grupo organizado, cuando empezó a sentir presión y todo quedó a oscuras a su alrededor. Lo que no sabía es que una ballena le había tragado. Seguramente, fue un error por parte del animal, ya que las ballenas no comen humanos.

La ballena lo escupió en una playa cercana, en perfecto estado

Rainer decidió en usar el instinto, no perder los nervios y esperar, ya que sabía que la ballena acabaría liberándole. Y así fue. La ballena lo escupió vivo en una playa cercana.

Para el buceador, la experiencia fue muy interesante, única, viviendo una conexión inexplicable con el animal. Aunque no estaría interesado en volver a repetirlo.

Este hecho real recuerda al episodio bíblico de Jonás y la ballena. Según la leyenda, Jonás estuvo tres días dentro del vientre de una ballena y gracias a la ayuda de Yahveh logró salir con vida: el animal lo vomitó en tierra seca. Algo parecido a lo que ha sucedido en Sudáfrica.

No es la primera vez que se habla de que una ballena se ha tragado a un hombre.

Pero los expertos recuerdan que este tipo de Animales lo hacen sin querer, cuando van detrás de un banco de peces, por culpa de sus grandes proporciones.

Las ballenas son animales majestuosos, considerados dioses en algunos lugares. No suelen ser violentas ni se alimentan de carne humana ni de otros mamíferos. Por esa razón, este tipo de sucesos son anecdóticos y los expertos tranquilizan que no tienen por qué suceder.

En el caso de este buceador, un verdadero profesional con muchos años de experiencia, fue en parte responsabilidad del animal y en parte responsabilidad suya, ya que se había centrado tanto en hacer fotografías de un tiburón que no se dio cuenta de lo que estaba sucediendo en su alrededor. Un buceador siempre debe tener cuidado de lo que pasa en sus proximidades.