Casi seis meses después de que en Madrid se lanzase el proyecto de “la tarjeta de vecindad”, esta solo ha llegado a unos cien migrantes y solo en el distrito Centro.

El 80% lo consiguieron gracias a una asociación de bangladesíes

Así, según se puede leer en la memoria que ha sido elaborada por la propia Dirección General de Atención a la Ciudadanía, que ha hecho público los datos recopilados hasta el pasado 18 de octubre, sólo se han expedido 101 tarjetas de vecindad.

Y el 80% de los beneficiarios de esta tarjeta la lograron gracias a la intervención de una asociación de bangladesíes.

La única oficina autorizada para poder realizar la gestión de las solicitudes es la Oficina de Atención a la Ciudadanía del distrito Centro. Se han tramitado 105 solicitudes -se han desestimado cuatro-. La población procedente de Bangladesh en Madrid únicamente representa el 9,5% de los migrantes que residen en la zona centro.

La tarjeta de vecindad pretendía mejorar la situación de migrantes en Madrid

El ayuntamiento, con el apoyo del PSOE, tomó la decisión -hace dos años- de crear esta tarjeta para poder apoyar a las personas extranjeras que estaban en situación administrativa irregular -siempre que fueran mayores de 18 años- y así pudieran demostrar, de forma inmediata, que estaban empadronados.

Era un paso obligatorio para poder ser beneficiario de los servicios públicos del municipio. De esta manera, se buscaba facilitar a los migrantes sin residencia acceder a los servicios públicos.

Podían ser beneficiarios de servicios como realizar determinadas gestiones con la Administración, cursos de empleo o de integración, alquiler social, abono de transporte, obtener becas remuneradas en las agencias de empleo...

Este tipo de tarjeta no otorgaba la residencia

Para solicitar dicha tarjeta, el requisito más básico es que una asociación confirme que conoce al migrante desde hace seis meses.

Después de retrasar su funcionamiento, se recibieron unas 3.000 solicitudes de información. Sin embargo, el Consistorio no ha logrado superar la fase piloto y no se sabe cuál será el futuro de este proyecto que se anunció como la mejor solución para aquellos migrantes que están en un limbo legal.

Las solicitudes de tarjetas han caído un 36% y todas las expectativas que se habían puesto en el proyecto no se han cumplido. Además, la oposición afirma que no facilita los trámites para acceder a una vivienda, ni abrir una cuenta bancaria o ser beneficiario de una beca de formación.