Este jueves uno de los miembros del grupo “La Manada”, ha sido enviado a la cárcel sin fianza bajo los cargos de robo y violencia. La nueva sentencia es dictaminada por el Juzgado de Instrucción Número 16 de Sevilla. Se trata de Ángel Boza, el más joven de los encausados a nueve años de prisión por abuso sexual a una joven madrileña.
El hurto de gafas para el sol lo devuelve a la cárcel
La persona en cuestión, fue arrestada este miércoles por cuerpos de seguridad de Sevilla luego de intentar robar en un centro comercial unos lentes de sol que costaban casi 200 euros.
Posteriormente a sustracción de las gafas, buscó darse a la fuga, en su huida, presuntamente arrolló a dos guardias de seguridad que procuraron detenerlo. El joven sevillano fue interceptado por cuerpos policiales locales avenida Menéndez Pelayo.
Según informa la policía, Boza alegó que los vigilantes se interpusieron en su camino cuando este les atropelló. Sin embargo, muchas personas presentes y las cámaras de seguridad, revelan que Boza salió a toda marcha por el lado contrario al carril de salida que estaba siendo ocupado por otro vehículo. El joven encausado se apegó a su derecho de no declarar en las instalaciones de la policía tras su arresto, pero la tarde de este jueves fue llevado a instancias judiciales.
Reiteración de delitos
De acuerdo con la información que suministra el Tribunal de Justicia de Andalucía, el miembro de La Manada ya ha recibido condenas por delitos de tránsito en el 2016 y el 2014. Aunque esta nueva falta lo lleva a la cárcel, el abogado defensor afirmó que los delitos por los que fue detenido Boza, no tienen afección sobre la libertad provisional emitida por la audiencia en referencia al cargo de abuso sexual.
La defensa asegura que las nuevas fechorías no presumen reincidencia el los cargos de Pamplona, por lo que se estimaría como otro caso aislado al de los sanfermines.
Nueve años de cárcel fue la condena impuesta por la Audiencia Provisional de Navarra para los miembros del grupo. La reciente detención de Ángel Boza supone un jarro de agua helada.
Agustín Martínez, letrado defensor, no le agradó para nada este nuevo problema con la justicia de su cliente. El abogado declaró que en este hecho resultan “varias personas afectadas” y que espera buenas explicaciones. Martínez ha dicho públicamente que, “aunque no soy responsable” de lo que Boza haga, “no voy a ir poniendo la cara para que me la partan”.
