Volver a casa no será nada fácil para los integrantes de La Manada. La sentencia que ha determinado este jueves su puesta en libertad provisional después de casi dos años en prisión, sostiene que son tan conocidos que el riesgo de que vuelvan a cometer un hecho semejante es prácticamente inviable.

Por si no fuera así, mujeres de organizaciones feministas están movilizando por redes sociales una acción que insta a los comercios a no recibir, ni atender a ninguno de los condenados.

Con mensajes como "aquí no atendemos violadores, este es un lugar seguro para las mujeres" promocionan que a los amigos andaluces ni se los atienda, ni se les de trabajo.

Por su parte, la Audiencia de Navarra, ha mantenido en el auto, que los cinco integrantes de La Manada tienen un fuerte arraigo a su familia y a Sevilla y que tampoco cuentan con medios económicos para intentar huir.

La repercusión social del caso, ha actuado, según el auto, a favor de los condenados, por considerar (de de los tres magistrados) que son lo suficientemente conocidos como para regresar los Sanfermines de este año.

A la espera de la sentencia firme, los condenados por abusar de una adolescente en el 2016, han regresado este viernes a sus domicilios en Sevilla.