Donald Trump, el presidente de Estados Unidos, ha informado este martes que el país que dirige abandona el pacto nuclear con Irán. Lo hace tan solo dos años y nueves meses después de que ambas potencias pactaran un acuerdo internacional.

Fiel a su estilo el magnate no ha evitado la polémica en el momento de anunciar la retirada. Según sus propias palabras, el acuerdo estaba tan mal negociado, que en el hipotético caso que Irán hiciera las cosas bien, en un lapso muy breve de tiempo estaría en condiciones de volver a conseguir armas.

Cabe recordar que el programa fue firmado, además de por Estados Unidos, por varias potencias mundiales con el objetivo de limitar su proyecto nuclear.

El discurso ha dado comienzo con una clara y directa ofensiva de Donald Trump hacia Irán país al que denominó "patrocinador del terrorismo".

Con ese tono se ha mantenido Trump durante toda la comparecencia. Ha considerado que el pacto es decadente y que está deteriorado y que de esta forma, es imposible evitar una que Irán posea una bomba nuclear.

Una carrera nuclear

Uno de los puntos fuertes de la alocución de Donal Trump ha sido la justificación y la exposición de los motivos por lo que Estados Unidos abandona el acuerdo.

Para el líder estadounidense si continúan en este tratado, se generaría una carrera nuclear para cuando Irán comunicara que está en posesión de la bomba atómica.

Por otra parte, ha señalado que las penalizaciones que ya existían previas al acuerdo con Irán retomarán sus vigencia.

Ha advertido, también, que aquellos Estados que colaboren con este país serán sancionados.

Promesas de campaña

"El peor acuerdo de la historia" solía decir Donald Trump mientras estaba en campaña electoral, al pacto que este martes ha puesto fin, al menos de parte del país al que gobierna. La incertidumbre mundial ha dado cabida a todo tipo de especulaciones las horas posteriores a conocerse la noticia.

Ajeno ya a las consecuencias que su decisión pueda provocar, Trump ha logrado cumplir con una de las promesas de su particular campaña electoral.

El Plan de Acción Conjunto y Completo (JCPOA), por sus siglas en inglés, comenzó a aplicarse el primer mes del 2016. En éste habían participado las principales potencias del mundo: Alemania, China, Francia, Reino Unido, Estados Unidos, por supuesto, y Rusia.

En el acuerdo se establecían límites específicos al programa nuclear de Irán. Como contrapartida, se comprometían a levantar algunas de las sanciones que se aplicaban de manera internacional.

Así como para Donald Trump lograr salir del acuerdo era uno de sus puntos fuertes durante la campaña, la política internacional consideró que el acuerdo entre las potencias mundiales e Irán era uno de los logros más importantes realizados durante la gestión presidencial de Barack Obama.

Los desafíos de Irán al pacto

Desde que los siete países firmaran el acuerdo, la Guardia Revolucionaria, ha probado al menos seis misiles. Algunos de ellos, incluso, con inscripciones en hebreo y amenazas a Israel.

Nada de esto es aceptado por Irán, que ya estaba al tanto de las intenciones de Estados Unidos.

Hasan Rohaní, presidente iraní, había informado el pasado fin de semana que era sí Trump se bajaba del pacto sería un grave error del que se arrepentiría, por ellos no estaban dispuestos a renegociar el acuerdo con las demás potencias.

Advertido de los posibles problemas a los que se verá sometido su país durante los próximos meses, Rohaní ha manifestado públicamente que está al tanto de ellos y que pese a todo, Irán seguirá trabajando en pos del mundo.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron ha manifestado su desacuerdo con la determinación de Trump.