Los casos de corrupción en el país europeo son cada vez más numerosos mientras la sociedad española le pide a su gobierno más eficacia para atender las necesidades y deficiencias del país. España se encuentra entre la espada y la pared pues con cada día que pasa salen a la luz pública más casos de corrupción, casos que indignan a todos pero, al final del día nada cambia.

Casos como el de la infanta Cristina, la dimisión de la ex presidenta de la Comunidad de Madrid, los casos de corrupción de la Universidad Rey Juan Carlos, policía corrupta, la carencia de derechos de los inmigrantes y la sentencia absurda a los chicos de La Manada han logrado que la credibilidad Institucional esté en tela de juicio.

El gobierno español como que no ha caído en cuenta que la credibilidad de las instituciones es de vital importancia para el desarrollo sano de una sociedad. Las autoridades están jugando con fuego al no darle importancia a las necesidades del pueblo, un pueblo que demuestra cada vez con más fuerza su inconformidad.

La inconformidad reina en el ambiente

Luego de que se hiciera pública la sentencia de “La Manada”, las calles de toda España se llenaron de ciudadanos inconformes, decepcionados y hartos de la situación judicial del país. A este caso se le suma la absolución de la infanta Cristina en el caso Nóos, sin mencionar que la investigación comenzó en el año 2010 y la sentencia se dio cinco años después.

La situación de los inmigrantes en el país europeo también es un tema delicado. La entrada masiva de extranjeros que se quedan en el país en condiciones irregulares, ha desencadenado una serie de demandas por parte de ellos para que su situación se regularice y se le garanticen sus derechos. Los inmigrantes ya forman parte de la sociedad española y lo más correcto es que el gobierno les proporcione documentos provisionales para que se respeten sus derechos y controlar la criminalidad que se deriva de su situación ilegal.

¿Cuáles son las posibles consecuencias y soluciones?

Actualmente estamos viendo cuáles son las consecuencias de esta inconformidad generalizada: protestas masivas que no se detendrán hasta obtener respuestas y soluciones por parte de las autoridades.

Las instituciones gubernamentales deben prestar atención a las demandas de la ciudadanía y actuar con más firmeza y transparencia ante los casos de corrupción que agobian al país.

Lamentablemente España no es la única víctima, la corrupción es cada vez más evidente en todo el mundo y es hora de reaccionar, como dijo Martin Luther King Jr. “la injusticia en cualquier parte es una amenaza a la justicia en todas partes”.

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