José Luis Iranzo, de 39 años y padre de un niño pequeño, falleció el pasado jueves presuntamente por los disparos de Igor, el ruso. El hombre detenido horas después de que se encontraran los cuerpos de los dos guardias civiles y de Iranzo, es de origen serbio y posee entrenamiento militar.

Según publica El Español, Iranzo se habría acercado por la tarde, cerca de las 19 horas, a la masía familiar ubicada en El Saso, en El Ventorrillo. Este mismo medio asegura que el padre del hombre asesinado habría visto las luces encendidas de la casa y habría intentado alertar a su hijo para que no se acercara.

Lo cierto, pese a las hipótesis que circulan sobre lo que verdaderamente ocurrió el jueves en Teruel, es que tanto en las localidades de Alcañiz, como de Andorra, se han producido muestras de dolor y consternación por la muerte de sus vecinos.

Iranzo era uno de los habitantes más queridos de Andorra, en parte por su labor como ganadero y sindicalista y también por el cariño que la zona tenía con su abuelo, el jotero conocido como "El pastor de Andorra".

Horas antes, en la localidad de Allcañiz, se realizó el funeral de los dos guardias civiles que el jueves perdieron la vida, Víctor Romero y Víctor Caballero.