Este 1 de julio fue el día en que una vez más se reunían personas de todos los sexos a celebrar con orgullo su inclinación sexual. Ya desde hace décadas se conocía el hecho de que el sector Gay tiene un porcentaje mucho más elevado de contagio por enfermedades venéreas. Que esto sea así y por qué esto es así no lo vamos a ver completamente aquí, sin embargo es un hecho que tiene que ver con esta noticia, tal como nos lo cuenta el representante de la asociación "El Camino a la felicidad".

La promiscuidad: fuente de grandes penas y "castigos"

Uno puede buscar noticias en la red acerca del aumento de personas que están contagiadas por enfermedades venéreas y descubrir que del año 2000 al 2012 se duplicaron los casos de personas contagiadas y que incluso en el 2000 reapareció la sífilis que estaba casi extinta.

En cinco minutos navengando puedes descubrir hasta tres enfermedades venéreas nuevas de los últimos años. Una de ellas la "Hersigopafilis" puede traspasar el preservativo.

La gratificación del momento podría convertirse en una tristeza de por vida

En una de estas noticias, en "El Mundo", llama la atención el siguiente comentario del doctor Fernando Vázquez, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), al decir: "Más que grupos de riesgo hay que hablar de conductas de riesgo”. La conducta de la promiscuidad o de la infidelidad a tu pareja sexual es el problema.

Es por ello que un grupo de voluntarios de la asociación española “El Camino a la Felicidad” en colaboración con la “Fundación para la Mejora de la Vida, la Cultura y la Sociedad” quiso aportar a la comunidad LGBT un dato estable para la relación sexual de pareja, que les aportase supervivencia máxima: tanto a la persona misma como a su pareja sexual.

Ese dato es: "No seas promiscuo" ("Sé fiel a tu pareja sexual").

El Camino a la Felicidad

"No seas promiscuo" es el número 3 de los 21 preceptos no religiosos que contiene el librito El Camino a la Felicidad. El libro El Camino a la Felicidad fue escrito por el prolífico escritor y filántropo el señor L. Ronald Hubbard, en el año 1981, hacia el final de su carrera y en un tiempo ya moderno en el que el SIDA había entrado en la escena mundial.

Un librito (72 páginas) basado enteramente en el sentido común y fácil de leer. Los datos que contiene este libro dan mucha estabilidad ante las confusiones que surgen en la vida simplemente por la comprensión que se deriva de su lectura acerca de cosas tan básicas como las relaciones humanas e interpersonales.

Se podría decir que hay una mala y una buena conducta sexual, y como ejemplo, está este extracto de este precepto: "Si no insistes en la fidelidad de tu compañero sexual, te estás exponiendo a contraer enfermedades.

Durante un período muy breve de tiempo, se dijo que todas las enfermedades sexuales estaban bajo control. Esto ya no es así, si es que alguna vez lo fue. Existen ahora variedades incurables de dichas enfermedades".

Así pues, los voluntarios dieron a 441 personas que iban a celebrar el "Día de Orgullo" este librito con este dato valioso. Y este es la parte final del precepto en cuestión: "El sexo es un gran paso en el camino a la felicidad y la alegría. No tiene nada de malo si se práctica con fidelidad y decencia".

Una guía de sentido común para vivir mejor

Uno puede ver que hay conductas que llevan a un resultado que no era el que uno esperaba. La ignorancia puede llevarnos a una vida que va a menos, también la desinformación y otros factores desconocidos o mal entendidos.

El responsable del acto nos dijo: "Aunque hoy hemos dado el librito "El Camino a la Felicidad" a 441 personas, el próximo año queremos aumentar considerablemente el alcance, especial y concretamente con la parte del libro especifica que se necesita dar a conocer para ayudar a la mejora de la conducta sexual de este colectivo".

Por suerte uno puede ver el texto completo del libro en la web de "El Camino a la Felicidad". "Ahí están los datos necesarios para ser consecuente con tu propia vida y con la de los demás", nos dijo el representante de la asociación "El Camino a la Felicidad". Quizás, y espero, digas como la mujer de 60 años que tras recibir el librito exclamó: "¡Hombre! ¡El Camino a la Felicidad! ¡Ya era hora!".