Una de las grandes fiestas populares del país ha dado comienzo este jueves. El cohete que da inicio a los Sanfermines ha sido lanzado por DYA, una asociación de ayuda en carretera.
Con polémica incluida, el balcón de la Casa Consistorial, sí incluyó pese a la derogación de la Ley Foral de Símbolos, la ikurrina.
La alerta por fuertes lluvias que afecta a 19 provincias españolas, no ha llegado a Navarra, pese que a algunas nubes han cubierto el cielo pamplonés.
La seguridad es uno de los puntos que más preocupa este año a las autoridades locales. Tras la supuesta violación de una joven de 18 años entre 5 hombres durante los festejos del año pasado se han reforzado las medidas de vigilancia.
Un total de 3.500 agentes controlarán la zona incluyendo Policía Municipal, Policía Nacional, Policía Foral, Guardia Civil, vigilancia área y personal especializado en violencia de género. Los ataques terroristas tampoco están fuera del eje de control, todas las zonas con mayor afluencia de público, durante estos 9 días, han visto reforzada sus medidas se seguridad.
Los recorridos de cada encierro serán cerrados quince minutos después de las siete de la mañana, de esta manera se busca optimizar el control de acceso al lugar y garantizar que los participantes reúnan las condiciones necesarias para correr.
Según el cronograma oficial, San Fermín 2017 contará con más de 400 actos, más de la mitad de estos eventos son musicales.
El chupinazo
La tradicional estampa de brazos extendiendo pañuelos rojos frente a la plaza del ayuntamiento ya ha comenzado a dar la vuelta al mundo. San Fermín 2017 es un evento que, lejos de desvanecerse, convoca a millones de turistas. No obstante, atrás quedaron los años en que las figuras más ilustres del mundo de la cultura hacían hueco en sus agendas para presenciar la fiesta navarra.
Con un presupuesto de 1,3 millones de euros, lo recaudado supera ampliamente cualquier expectativa. Según un informe publicado el año pasado por la Unión de Criadores de Toros de Lidia y la Economía del Toro, en la última década pamplona ha generado unos 740 millones de euros gracias a los 9 días de esta fiesta. El turismo aporta cada año, unos 45 millones de euros.
La ikurriña
Minutos antes de las 12 del mediodía, momento en el que se celebraría el chupinazo, un operario del ayuntamiento colocó en el balcón una ikurriña. Mientras comenzaba a ondear la bandera del País Vasco, en la plaza se escucharon tanto pitidos como aplausos.
Joseba Asiron, alcalde de Pamplona ha decidido colocar la insignia pese a la determinación del Tribunal Superior de Justicia de Navarra de años anteriores. Sin embargo, Asiron ha manifestado que la legislación ya no es la misma, en clara alusión a la derogación de la Ley de Símbolos.
Personal del ayuntamiento ha hecho llegar a los periodistas el informe en el que se describe los motivos por los que este año sí se izará la ikurriña junto con las banderas de Pamplona, Navarra, España y la Unión Europea.
Siendo, según lo establecen dos artículos de la nueva Ley Foral de Símbolos, la nacional la que prime por ante las demás, ubicada en un lugar de honor.
Pese al informe presentado por el ayuntamiento donde remarca los motivos por los que se interpreta que colocar la bandera del País Vasco en esta ceremonia no es ilegal, la Delegación del Gobierno en la Comunidad Foral había advertido que sí lo es colocarla en las dependencias de las instituciones navarras.
No obstante, existe dentro de la normativa, una clausula en la que se permite izar la ikurriña, si entre los presentes se encuentra una persona que ocupe cargo público en el País Vasco. La asistencia en en el chupinazo de Eneko Goia, alcalde de San Sebastián, podría ser la excusa perfecta para evitar una sanción legal.