La vida de José Monje Cruz parecía marcada por el destino de familia humilde, en la que apenas alcanzaba el dinero para alimentar a 8 hijos. A 25 años de su muerte, el mundo de la música le rinde tributo a la figura más emblemática del género.
Recitales programados por toda España, para conmemorar la figura del hombre que llevara al flamenco más allá de las fronteras. En Madrid, el centro Cultural Conde Duque ha organizado para este domingo un recital homenaje con grandes figuras de la Música como Carles Benavent, Rubem Dantas y Tino Di Geraldo, además de contar con la presencia de tres hijos del músico fallecido.
El evento denominado “Camarón. Más allá de la leyenda”, es parte de la programación Veranos de la Villa y ha llevado cerca de un año de trabajo el hacerlo realidad. El recital forma parte de la programación Camarón 25 aniversario, leyenda y revolución. Este homenaje contará con una variada oferta de actividades que incluyen megaconciertos, una serie de televisón, un documental y hasta una exposición.
Su corta vida
Su delgadez le valió el apodo de Camarón, un tío suyo solía llamarlo así, lo de la Isla vino por su lugar de procedencia. Gran parte de su breve educación estuvo marcada por la beneficencia del Liceo en el que estudió, hasta que lo dejó para trabajar junto a su padre en la fragua. Su casa era frecuentada por grandes figuras del flamenco andaluz y su vocación, mezcla de don y necesidad, apareció a una edad muy temprana.
El gran Camarón de la Isla, al que mundo enteró sucumbió, comenzó cantando en el tranvía y alguna taberna con dueños que miraban hacía otro lado. Tenía solo 7 años cuando inicio su andadura por el mundo de la música, aunque había nacido rodeado de flamenco.
El éxito comenzaba a rozarle el cuerpo hasta que el tablao de Torres Bermejas de Madrid conoce a Paco de Lucía.
Con él grabó 9 discos y se transforma en un cantaor de estilo inigualable.
Con La leyenda del tiempo, editado en 1979 revolucionó el mundo musical, fusionando el flamenco con el rock y el jazz e incluyendo poemas de Federico García Lorca. En 1989 vuelve a hacer historia en el mundo flamenco con la publicación de Soy Gitano, el disco más vendido del género.
Los últimos años
En 1990, la sección segunda de la Audiencia Provincial de Cádiz, lo condena a un año de prisión por un delito ocurrido 4 años antes. Fue condenado por imprudencia temeraria en un accidente en el que murieron dos personas. Federico Ruiz Sotillo, juez interviniente en la causa, consideró que el cantaor habría maniobrado su vehículo nuevo de manera imprudente, lo que provocó un choque frontal con dos vehículos que venían en dirección contraría.
Camarón viajaba rumbo a Sevilla con su mujer y tres de sus hijos, los cinco resultaron heridos de gravedad. Los dos conductores que venía en los coches que sufrieron el impacto, fallecieron.
Lo peor comenzó un año antes del juicio, cuando en 1989 le diagnosticaron cáncer de pulmón.
Según algunos de sus allegados, podía fumar hasta cinco paquetes al día. El 2 de julio de 1992, con solo 41 años, Camarón moría a las 7,10 de la mañana en un hospital de Badalona.
Quienes estuvieron con él, como su mujer y su tío, aseguran que sus últimas palabras fueron "¿qué tengo?". Camarón batalló con una insuficiencia renal que lo había llevado los últimos meses de médico en médico.
Su cuerpo fue embalsamado y enterrado en su ciudad natal, San Fernando, en Cádiz, en un panteón con una estatua en su memoria. No hubo figura de la música y el mundo artístico que no quisiera despedirlo. Sobre su féretro se colocó la bandera de San Fernando, la gitana y unas cintas con los colores de Andalucía.