El gremio hotelero se suma a la queja de los residentes de ciudades como Madrid, Ibiza y Barcelona ante la falta de pisos para arrendar a largo plazo.
La recuperación del mercado laboral sumado al auge de las plataformas de Alquiler turístico han hecho que mudarse sea un problema de difícil solución.
En Barcelona se estima que existen unos 10 mil pisos ilegales que se son alquilados a turistas. La infracción no está en quien alquila estos pisos, sino en quien no registra el departamento como una actividad comercial.
Si los propietarios de estas viviendas declarasen la actividad, las ganancias se reducirían tanto, que probablemente dejasen de hacerlo.
No solo por las deducciones fiscales, sino por los gastos extras que acarrea un alquiler vacacional.
Los barrios céntricos en ciudades como Barcelona y Madrid, están viendo como vecinos de toda la vida, se mudan en busca de pisos más asequibles, con menos ruidos molestos y botellones. La gentrificación de lugares emblemáticos de la capital como Lavapiés ha dejado espacio a un sector que no siempre respeta las normas y los hábitos del lugar.
La proliferación de plataformas de alquiler turístico ha encarecido considerablemente los alquileres a largo plazo.