La primera cadena que decidió que el aceite de palma no iba a tener espacio en sus estanterías, en España, fue SuperSano. En total, fueron retiradas más de 100 referencias, por los perjuicios que pueden provocar en la salud y en el medio ambiente. Pues bien, ahora es Alcampo, la cadena francesa de hipermercados, la que ha decidido escuchar a los consumidores. Y, seguir con la campaña: retirará el aceite de palma de todos los productos que forman parte de su marca blanca.

Así, está estudiando con sus proveedores otro tipo de referencias para sustituirlo (y, cuanto antes).

Y, en el caso de que no haya otra manera de producir un determinado producto, que el aceite de palma provenga de un entorno sostenible. El aceite de palma es el más polémico (a causa de la explotación del hábitat y la deforestación, ya han muerto 80.000 orangutanes, sólo en Indonesia). Además, el 50% del aceite está formado por grasas saturadas, que aumentan los niveles de LDL (colesterol alto) y puede provocar serios problemas de salud en el consumidor. Nos lo encontramos en patatas fritas, galletas, bollería, congelados, precocinados, chocolates... más de la mitad de los productos, que podemos encontrar en cualquier supermercado, lo contienen.

La razón, básicamente, es que es mucho más económico que otros tipo de aceite.

En Europa, la campaña contra el aceite de palma la inició el supermercado italiano Cospi y la marca Barilla, que han decidido prescindir de este aceite, que según la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria, tiene relación directa con el cáncer.

Productos como Nutella, cuya base es este aceite, se defienden, asegurando que durante la producción, el aceite es tratado para evitar problemas de salud en el consumidor.

Se olvidan que el cultivo del aceite de palma ya ha terminado con grandes superficies, tanto en Asia como en África, lo que ha provocado una pérdida irrecuperable de animales y plantas.

¿Tú consumirías algo que, a pesar de ser barato, es malo para tu salud y provoca millones de muertes al año?