La boda de Tamara Falcó sigue dando que hablar. El periodista Nacho Abad fue el primero en relatar lo sucedido, juntamente con El diario de Valladolid. A los joyeros que trasladaban un maletín con las joyas vintage, que supuestamente, la marquesa de Griñón tenía previsto lucir en su boda el próximo fin de semana, les robaron a punta de pistola, en un atraco perpetrado por tres individuos que se hacieron pasar por guardias civiles. Al cabo de las horas se ha sabido que las joyas eran para invitados a la boda y los joyeros han desmentido que fuesen las que Tamara lucirá en su enlace

Un atraco de película

Los joyeros se desplazaban en un vehículo de alta gama por la A-6 desde Madrid y con dirección a La Coruña, aunque su destino final era Valladolid, lugar donde habitualmente residen.

El local que regentan en Madrid se llama Del Páramo Vintage Joyas y es un lugar exclusivo que cuenta entre su clientela a actrices y modelos como: Amaia Salamanca, Vanesa Romero o Blanca, que no dudan en lucir sus vistosas joyas en los eventos a los que asisten.

Siempre, según Nacho Abad, los joyeros no se percataron de que eran seguidos muy de cerca por otro vehículo. Al llegar al km 23, a la altura del municipio de Las Rozas, el vehículo perseguidor se puso a su lado con unas luces parecidas a las utilizadas por la Guardia Civil, haciéndoles señas de que se retirasen a un lado de la carretera, justo en una vía de servicio. El conductor del vehículo procedió rápidamente a cerrarles el paso.

Los joyeros no entendían qué estaba sucediendo, ya que no habían rebasado la velocidad permitida y los ocupantes del vehículo en cuestión mostraron mucha agresividad en la maniobra que los hizo salir de la carretera.

Tres personas con chalecos reflectantes y aparentemente policiales salieron del coche y mientras uno de ellos rajaba las ruedas del coche de los joyeros, otro apuntaba directamente al conductor y le gritaba que abriese la puerta.

Muy asustados, hicieron lo que se les ordenaba y acto seguido el 'supuesto policía' les gritó que le dieran el maletín con las joyas, todas ellas vintage y que superan una valoración de dos millones de euros.

Una vez con el maletín en su poder, los ladrones emprendieron la huida a toda velocidad, dejando a los joyeros totalmente conmocionados con uno de ellos llorando por la angustia de lo vivido.

Una vez repuestos del susto, procedieron a llamar a la Guardia Civil denunciando los hechos, recibiendo la ayuda en carretera que necesitaban con una grúa que procedió a remolcar el vehículo que al tener las ruedas rajadas no podía circular.

Por el momento se ignora si el atraco ha sido premeditado, algo muy probable, ya que al parecer los ladrones les siguieron desde el mismo momento en que salieron de la joyería. Nada parece indicar que fuera objeto de la casualidad, aunque todo está ahora en manos de la benemérita que a buen seguro investigará hasta llegar a dilucidar los hechos.

Comunicado de la empresa de joyería

Una boda gafada

La boda de Tamara Falcó parece gafada desde el comienzo. Primero la ruptura al cabo de unas horas del compromiso al salir a la luz las fotos que mostraban al novio, Iñigo Onieva, disfrutando de la compañía de una señorita en un festival de música. La marquesa de Griñón, totalmente enamorada, no tardó en perdonar al novio díscolo, viajaron a Laponia, volvieron a prometerse amor eterno y pese a las advertencias de Isabel Preysler y de las amigas de Tamara, se comprometieron de nuevo formalmente en la casa familiar de Tamara.

Pero no acabaron ahí las vicisitudes. Tamara fue abandonada por las diseñadoras de su vestido, cansadas de sus exigencias y debió volar a Nueva York, para que fuese Carolina Herrera la que confeccionase los vestidos que lucirá en la ceremonia.

A una semana de la boda, una examante de Iñigo Onieva, cuenta como este le fue infiel antes de la reconciliación y deja el amor que dice sentir el empresario por la hija de Isabel Preysler muy en entredicho. Ya solo falta que llueva el día del enlace.