Una nueva separación ha llegado este año al mundo del corazón. Y es que Kike Sarasola y Carlos Marrero han decidido separarse después de 30 años juntos, de los cuales 16 fueron de unión matrimonial y dos pequeños hijos en común. Según informó Vanitatis, esta ha sido una ruptura amistosa y cordial, además ambos quieren luchar para proteger a sus hijos y evitar que esta situación los afecte emocionalmente.
Kike y Carlos seguirán viviendo muy cerca
Pese a la ruptura, el empresario y su pareja mantienen una relación cordial, aunque la llama del amor entre ambos se ha apagado.
Sobre este tema, Kike ha dicho que ambos continúan viviendo “muy cercanos”. De manera, que el hostelero asegura que no existen problemas con respecto a la vida cotidiana de los niños, porque viven muy cerca y aseguró que tanto él y Carlos continuarán compartiendo “muchas cosas”. Unas palabras que desvelan que no existen tensiones entre ellos, pese a la separación. Cabe recordar que la pareja se unió en matrimonio en octubre del año 2006 y son padres de una niña y un niño.
Kike y Carlos han dejado claro que no existen terceras personas involucradas con el fin de su matrimonio y tampoco problemas entre ellos, pero sí ha existido un “desgaste” de la relación. Kike ha comentado que durante muchos años Carlos ha sido su pareja y que ahora toman caminos distintos con respecto al ámbito afectivo, pero no como padres.
Aseguró que ambos continuarán trabajando juntos, seguirán compartiendo la vida cotidiana de sus dos hijos y afirmó que sus dos niños son lo “más importante” para ellos. La expareja espera que sus hijos no lo pasen mal con esta separación y que le puedan asegurar su bienestar por encima de todo.
El empresario siempre ha comentado que su expareja es todo un “padrazo”.
Ha demostrado en varias ocasiones lo orgulloso que se siente de haber formado una preciosa familia su lado. Tal como lo explicó hace poco en el programa televisivo del escritor Risto Mejide, cuando aseguró que en estos momentos de su vida está disfrutando a plenitud de sus hijos. También dijo que si hubiera tenido a sus dos niños cuando tenía 25 años probablemente no los estuviera disfrutando tanto como ahora.
Para Kike y Carlos lo más importante son sus dos hijos
Kike explicó que los fines de semana es un maravilloso tiempo de familia. Comentó que sus niños estudian en un colegio británico que está situado en Ibiza y que se van todos los viernes para regresar los lunes en la mañana. Kike ha admitido que la mejor decisión que ha tomado en su vida y, sin la menor duda, ha sido precisamente la de tener a sus “dos hijos”. Unas emotivas palabras que demuestran, una vez más, sus buenos sentimientos y su interés en protegerlos.