La entrevista a Rosa López en 'Fiesta' ha tenido un tenso momento cuando la cantante le ha dado un zasca a Emma García, para evitar hablar de un episodio traumático de su vida, que sin embargo no tuvo reparo en comentar con Bertín Osborne, cuando estuvo en ‘Mi casa es la tuya’.

Rosa López presentaba su nuevo trabajo en 'Fiesta'

La ex triunfita ha visitado el programa 'Fiesta', para hablar de su último single '1930' a favor de la lucha de las personas trans y de paso quejarse de no haber encontrado el apoyo necesario e incluso ser acusada de oportunista.

Con Emma García ha recordado su paso por 'Operación Triunfo' del que fue ganadora y que la catapultó a Eurovisión, lo que le supuso pasar de ser una joven que cantaba en bodas y bautizos a ser llamada Rosa de España. Una fama que le costó asimilar y que incluso tuvo algunos episodios un tanto desafortunados, recogidos por la prensa en su momento.

Rosa, que afirmaba que hace veinte años era muy egoísta, se congratulaba de haber madurado y ver la vida con otros ojos, sobre todo gracias a la relación con su último novio, a quien considera el amor de su vida y con el que no descarta ser madre a sus 42 años.

Ahora y según sus palabras, su vida es perfecta y está preparada para que lleguen los hijos que hasta el momento no había contemplado tener.

Rosa López sigue yendo de ‘diva'

Todo transcurría de una forma beatífica, hasta que Emma García le ha recordado a Rosa un episodio oscuro en su trayectoria que le llevó a quedarse sin voz en 2002, durante su primera gira en solitario. Una joven miembro de su equipo le insistía en que no estaba bien, por lo que hicieron que la visitase un médico que le pinchó una sustancia que la dejó sin voz durante 8 meses.

Ante la pregunta de Emma, Rosa comenzaba tirando balones fuera, afirmando que las cuerdas vocales son un músculo como otro cualquiera de nuestro cuerpo y que si se fuerzan demasiado petan, algo muy alejado de lo que en realidad le ocurrió por una presunta mala praxis del médico que la atendió, tal y como Emma recalcaba.

Rosa seguía insistiendo que eso era algo que había dejado atrás y que no quería hablar porque era un hecho que no sumaba y que por suerte todavía podía cantar, tras la operación de cuerdas vocales llevada a cabo por su exnovio, un conocido y reputado cirujano.

Un zasca que ha dolido a Emma García

A continuación, llegaba el sonoro zasca: “Es algo que quiero dejar atrás, que no merece la pena. No suma. Bueno, a ti a lo mejor te suma para el programa.

La cara de Emma era un poema y no dudaba en pararle rápidamente los pies a Rosa: “No, no, no te equivoques, Rosa. Es que no me ha gustado (...) No me ha hecho ni puñetera gracia, perdóname.”. Emma le recordaba que ella siempre trata con respeto a todo el mundo y que la salida de tono de la cantante le había dolido.

Rosa aseguraba que a veces pagan justos por pecadores, le daba la razón y le pedía disculpas afirmando que estaba nerviosa. Emma no solo las aceptaba, sino que ambas se fundían en un abrazo y la presentadora le deseaba todos los éxitos y que siguiese con el corazón por delante.