Rocío Carrasco ha hecho balance tras la emisión del último capítulo de su segundo documental, ‘En el nombre de Rocío’, en el espacio radiofónico ‘Carne cruda’ donde reconoce que no hizo ninguno de los dos documentales por las mujeres, sino por "egoísmo".
Rocío Carrasco admitió que no había hecho los documentales para ayudar a otras mujeres
Cuando comenzó a preparar los dos documentales que ha protagonizado, ‘Rocío, contar la verdad para seguir viva’ y la reciente ‘En el nombre de Rocío’, la hija de Rocío Jurado nunca pensó que iba a tener un impacto tan fuerte en la sociedad y en la Televisión.
Además, ha aprovechado su visita en el programa ‘Carne cruda’ para valorar todo lo que ha pasado desde el primer capítulo.
Rocío Carrasco se ha sincerado y asegura que nunca fue consciente de que tipo de contenido estaba produciendo. Y su objetivo no fue el social, en ningún caso. Rocío es consciente de que decir, ahora, que lo hizo por las mujeres quedaría muy bien, pero no sería cierto. "Lo hice desde un punto de vista meramente egoísta porque lo necesitaba", ha asegurado.
Rocío afirma que su experiencia vital no es tan diferente a la que han tenido otras mujeres y que sería mentira si no dijera que ha sentido satisfacción por lo que ha podido aportar a la sociedad.
"Una de las partes que necesitan las víctimas es que se sepa la verdad, que se les vea y se les escuche", dijo la expareja de Antonio David Flores, según la cual contar su historia le ha valido como terapia y le ha ayudado a recuperar su salud mental.
A la pregunta de qué razón hay detrás de elegir Telecinco para emitir los documentales, Rocío Carrasco ha explicado que es el único lugar en el que podría haberlo hecho, ya que también fue la principal cadena de televisión que contribuyó a que ella viviera ese sufrimiento.
Rocío Carrasco asegura poder salir a la calle sin miedo gracias a la terapia que ha hecho con los documentales
La hija de Rocío Jurado también ha querido dar las gracias a todas las personas que le animaron a seguir adelante con el proyecto y le acompañaron a lo largo de todo el proceso, como la presentadora Carlota Corredera: "Se ha puesto por delante, ha dado la vida, por así decirlo, y lo ha hecho por mí.
No tendré tiempo en la vida para agradecérselo".
Su principal objetivo con estos documentales era demostrar que "lo que se había contado no era cierto". Pero le ha compensado, ya que gracias a esa especie de terapia que ha significado para ella la emisión de los dos programas, ya puede, según ella misma, salir a la calle sin miedo. Y ella misma ha cambiado al tener "los pies en el suelo" al darse cuenta de que había mujeres que vivían situaciones parecidas.