En el noveno episodio de 'En el nombre de Rocío' la empresaria habla de los últimos momentos de vida de su madre. En esta nueva entrega Rocío explicó la razón del por qué Juan de la Rosa no pudo acudir al último viaje que hizo Rocío Jurado a Houston.

Siempre será mi tío Juan, hasta que me muera

Rocío Carrasco no era la única que luchó contra un cáncer, Juan de la Rosa también llevaba años luchando con uno de otro tipo, el culpable de no haber podido ir a ver su gran amiga Rocío Jurado, ya que en España tenía sus médicos y pruebas.

La protagonista de 'En el nombre de Rocío' habla con mucho cariño de Juan de la Rosa, quien fue una persona muy importante para madre e hija, tanto que Rocío Jurado le vio como un hermano y Rocío Carrasco le vio y le sigue viendo como su tío, aunque Juan falleció tiempo después que la Jurado: "Seguía siendo mi tío Juan, y lo seguirá siendo hasta el día en que me muera".

Juan de la Rosa era real, era él mismo, confesó Rocío Carrasco

Estas palabras no han pasado desapercibidas, pues parecía que iban dirigidas a alguien, más exactamente a su tío Amador Mohedano. La frase le salió del corazón y confiesa que fue una de las personas más cruciales para las dos, siendo siempre él mismo sin tener que fingir ser de otro modo.

Por otro lado, en la nueva entrega no solo habló del cariño que se tenían Juan de la Rosa y su madre. También habló de los últimos días de su madre antes de que el cáncer le venciera. La cantante volvió a España en sus últimos días, ya que era en su país donde Rocío Jurado quería fallecer, cosa que la familia cumplió. Y antes de que el corazón de la más grande dejara de latir, su hija Rocío Carrasco pidió a todo el mundo que saliera de la habitación.

En el momento que solo quedó madre e hija en la habitación, Rocío Carrasco se tumbó al lado de la persona que le concedió la vida, que estaba inconsciente, y le mando un mensaje para que ella se fuera en paz. El mensaje fue para darle paz y se fuera tranquilamente, donde le decía que sus nietos, hija y Fidel estaban bien.

Después de darle el mensaje, Rocío Carrasco tuvo que salir al jardín, ya que no quería ver como su madre se apagaba y su corazón cada vez iba más lento.

A las dos horas aproximadamente de que su hija le diera el mensaje, Rocío Jurado fallecería en su casa.

Rosa Benito y Rocío Carrasco fueron las encargadas de elegir la ropa que llevaría la más grande, mientras lo hacían la hija de la difunta le quitó la pulsera que llevaba en ese momento y el anillo que después de tantos años sigue estado en su dedo.

En este episodio se puede ver a la hija de la más grande rota de dolor llorando mientras grababa los últimos momentos que sufrieron con su madre, antes de que ella falleciera.