Alejandro Nieto es buen superviviente porque pesca, hace las tareas que se proponen y procura darlo todo en las pruebas, pero es un hombre muy conflictivo, visceral y que no domina sus emociones sean del tipo que sean. Lo hemos visto enfrentado a cualquiera que no le baile el agua y con comportamientos más que reprochables hacia su novia Tania y ahora le ha tocado el turno a Ignacio de Borbón, el joven tranquilo y educado que nunca pierde las formas y al que consiguió llevar al límite.

Alejandro lleva la polémica al límite

Alejandro discutía, como no, con Marta Peñate por el champú y el enfrentamiento iba tomando tintes preocupantes, por lo que Ignacio intervenía para defender a su compañera, mientras Marta le decía a Alejandro la gran verdad, que estaba frustrado porque llevaba tres días sin pescar, él saltaba y acusaba de la canaria de amargar a todo el mundo, a lo que Ignacio le decía que eso no era verdad.

Y aquí comenzaba la peor bronca vivida hasta ahora en ‘Supervivientes’ con un Alejandro ya fuera de sí que atacaba a su compañero a gritos diciéndole que no se metiese y que le dejase hablar, a lo que Ignacio respondía que era Alejandro el que no deja hablar a nadie.

Alejandro acusaba entonces a Ignacio de Borbón de haberle señalado con la navaja abierta, algo negado por él y Marta y que las cámaras corroboraron. Nunca hubo amenaza con la navaja, ni abierta, ni cerrada. Pero Alejandro seguía gritando y asegurando que si querían guerra la iban a encontrar.

Marta se enfrentaba nuevamente a él diciéndole que está harta de sus formas y Alejandro la enviaba al manicomio acusándola de ser ella la que insulta.

El reparto de comida recrudece la tensión

Alejandro se dirigía de nuevo a Nacho, que repartía mejillones de una lata y lo acusaba de ponerle menos a él en el plato, todo esto siempre gritando. Ignacio replicaba: “¡A mi no me grites! ¡Tantos gritos siempre!”.

Ambos se descalificaban, mientras Marta y Ana estaban atónitas y pendientes por si tenían que intervenir.

Ignacio había llegado a su límite y tras decirle a su compañero que no le escupiese le aseguraba que la próxima vez que tuviese un comportamiento tan chungo iban a tener un problema, momento que aprovechaba Alejandro Nieto para encararse con él y decirle que tuviese bemoles de tocarle: “¡Tócame, tú tócame!". Y casi llegaban a las manos.

En ese momento intervenían Marta y Ana tratando de calmarlos y que la cosa no llegase a algo irreparable. Ignacio no podía más con la tensión y acababa llorando de impotencia, ante los repetidos insultos de su compañero: “¡Me vas a provocar un ataque de ansiedad! ¡Déjame!”. Alejandro, ya desde la distancia, no cesaba en sus descalificaciones y le decía que era un ‘flojo’, algo totalmente lejos de la realidad, pero que dejaba a Ignacio de Borbón al borde de un ataque de nervios, mientras Marta le pedía un abrazo tratando sin éxito de hacer que se relajase, algo imposible con los gritos de Alejandro de fondo.

La bronca ha sido innecesaria y muy desagradable, como todas las que monta Alejandro Nieto. Vamos a ver si en esta ocasión la organización toma medidas, como ya hizo cuando se produjo un episodio parecido entre el actor de cine para adultos Nacho Vidal y un compañero de su edición, o sigue mirando para otro lado.