Era la ‘gallina de los huevos de oro’ de la presente edición de Supervivientes, pero ya desde su salto en helicóptero se vio que nada era como se nos había vendido y que el gran deportista Kiko Matamoros, no iba a ser capaz de convertirse en el mejor superviviente de la historia del reality e iba a flojear rápidamente.

Kiko Matamoros al límite y con un pie fuera de Honduras

Trasladarse a Playa Fatal, ha sido eso mismo para el colaborador de ‘Sálvame’ que, si ya no hacía nada en Playa Royale rodeado de privilegios, ahora está hundido en la miseria, lleno de picadas de mosquitos, sin fuerzas, con diarrea y vómitos, son sus compañeros quienes procuran cuidarlo lo mejor que pueden.

Matamoros ha dicho claramente que está en una situación límite y que está cansado de todo. Es el primero que ha rechazado participar en dos pruebas de recompensa, de hecho, en las pruebas en las que ha participado ha dejado claro que su condición física ya no era buena, incluso antes de comenzar a pasar penalidades.

En plató, su pareja Marta López se muestra preocupada, pero asegura que es muy fuerte y que la situación no va a poder con él y considera loable que no diga que se quiere ir a pesar de su estado, esperando que se recupere, pero al mismo tiempo afirmando que lo primero es la salud y eso está por encima de un concurso.

Con lo cual se puede entender que está preparando el terreno para el probable regreso de su pareja.

Kiko está nominado y desde luego hace méritos para ser el menos votado y por tanto el que deba abandonar la isla, aunque entonces iría a parar al Paraíso y allí competiría con su ‘enemigo’ Rubén de quien tanto se alegró que fuese expulsado, hasta el punto de aplaudir junto con su sombra, Anuar Beno.

Matamoros es astuto y no da puntada sin hilo, por lo que una parte de la audiencia apunta a que lo suyo es parte de una estrategia y que ya tenía firmada su salida de antemano, o lo que es lo mismo, que su participación en el reality tenía fecha de caducidad antes de llegar a Honduras

El servicio médico atiende a Kiko Matamoros

El concursante ha debido ser asistido por el equipo médico que acompaña al programa, ya que a sus 65 años muestra síntomas de una gran debilidad y no se levanta de la arena, totalmente abrigado porque dice tener frío, pese al calor reinante.

Todo un cuadro.

Matamoros no se adapta a los Cayos Cochinos y confiesa que está muy mal pero también muy agradecido a sus compañeros que le están ayudando mucho.

El colaborador se quejaba al médico de la falta de comida, que incluye solo un trozo de coco que ha vomitado, ya que ha sido incapaz de digerirlo. Le enseñaba sus múltiples picadas que le deformaban manos, piernas y cara y en esta última cree que le ha picado una araña. Si Kiko esperaba que, dado su estado, se iba a producir una evacuación tal y como ha pasado en otras ediciones, esta no ha sucedido por el momento y debemos esperar hasta el jueves para ver si es el expulsado o en caso contrario decide abandonar.